Fuentes de los Mossos d'Esquadra informaron de que ayer al mediodía, el hombre les había manifestado por teléfono su intención de quitarse la vida, por lo que se trasladaron hasta el lugar, en la calle Garriga, 202, para intentar convencerle de que desistiera de ello.

Mientras hablaban con él, otros agentes se han intentado poner en contacto con familiares de este individuo, sin lograrlo, y ante el aumento del olor a gas que se estaba registrando en el edificio de ocho plantas, que previamente había sido desalojado, decidieron entrar en el domicilio.

Cuando la policía penetró en la vivienda, echando la puerta abajo, además de al individuo en un estado de evidente alteración, halló el cuerpo sin vida de una mujer de avanzada edad.

Según las primeras investigaciones, el hombre, que sufre algún tipo de trastorno mental, habría encontrado el cadáver de su madre al llegar a casa, y preso de un ataque nervios, decidió suicidarse haciendo explotar la vivienda, una versión que según los Mossos, y por el estado del cuerpo de la mujer, sería la más verosímil.