El punto logrado ayer en Balaídos supo a gloria para el Nàstic, a pesar de que todos los protagonistas lamentaron la jugada final que pudo significar el triunfo. «Recortar distancias genera ilusión, motiva. El equipo ha demostrado que quiere y, cuando sucede eso, los rivales tienen que tener cuidado», aseveró Paco Flores, el técnico grana. «En fútbol son importantes las cifras, pero me quedo con la actitud. Espero que siga», agregó. El único pero para los suyos fue el exceso de precipitación: «Tenemos capacidad para dar más de cuatro pases seguidos. Si nos sacudimos la presión, podemos hacerle daño a cualquiera».
Portillo, autor del tanto del empate, destacó la importancia de haber sumado: «Ojalá mantengamos la línea ascendente. El equipo se ha recuperado, parece otro». Pinilla, el capitán, que acabó el encuentro con un espectacular chichón -«supongo que ha sido fortuito», espetó- destacó que los grana fueron capaces de «desarbolar» al Celta para lograr un resultado plenamente merecido.
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