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La patria es dicha, dolor y cielo de todos, y no feudo ni capellanía de nadie (José Martí) |
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FUTBOL / Internacional |
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Las dos muertes del agente Raciti |
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LA AUTOPSIA INDICA QUE EL POLICIA ASESINADO EL VIERNES EN CATANIA FALLECIO POR EL IMPACTO DE UNA PIEDRA ENORME SUFRIO TAMBIÉN LA EXPLOSION DE UN PETARDO CONOCIDO COMO 'BOMBA CARTA' |
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IRENE HDEZ. VELASCO. Corresponsal
ROMA.-
Catania (Silicia), el viernes pasado, alrededor de las 19.30 horas: el partido de fútbol entre el equipo local y el Palermo, su más acérrimo adversario, ha tenido que ser interrumpido a causa de los graves disturbios protagonizados por algunos ultras. La Policía está desalojando del estadio a los seguidores del Palermo porque teme por su seguridad. Numerosos tifosi del Catania, enardecidos porque sus rivales acaban de marcar, abandonan también el campo, decididos a pagar su ira con la odiada hinchada enemiga.
Un ejército de 1.500 policías trata de evitar el encontronazo. Entre ellos se encuentra el agente Filippo Raciti, de 38 años, casado, padre de dos hijos y a quien ni siquiera le gusta el fútbol. Los ultras del Catania están fuera de sí y, al no poder alcanzar a los seguidores del Palermo, la emprenden contra los miembros de las fuerzas de seguridad. Les lanzan todo lo que encuentran a mano: piedras, botellas, cascos de moto, palos... Su agresividad es tal que incluso derriban un muro y arrojan los cascotes a la policía. Uno de ellos, un pedrusco enorme, da de lleno en el parabrisas del coche del agente Racita, con tal violencia que le aplasta el tórax, reventándole el hígado y provocándole una fuerte hemorragia interna.
Agresiones.
Aunque eso es sólo el principio. Media hora más tarde, alrededor de las 20.30 horas, desde el fondo norte del estadio alguien lanza al exterior lo que en Italia se llama una «bomba carta», un cilindro de cartón relleno de pólvora y con mecha cuyo uso es muy habitual en los estadios italianos (hace un mes, por ejemplo, en el partido entre la Salernitana y el Cavese, otro policía ya resultó agredido con uno de estos artefactos, resultando herido de gravedad en las piernas y en los genitales). El explosivo cae en el coche del moribundo agente Raciti y le estalla en plena la cara.
Pero los enfrentamientos no se detienen por eso. Los ultras del Catania siguen enfrascados en su guerra particular contra los miembros de las fuerzas de seguridad. La ambulancia que debe socorrer al agente Raciti no consigue atravesar el campo de batalla. A final son dos agentes los que lo sacan de allí en una camilla, llevándole a pie hasta la ambulancia. Tras una agonía de 45 minutos, fallece poco después de ingresar en el Hospital Garibaldi. En un principio se dio prácticamente por sentado que fue la bomba carta lo que había acabado con la vida del agente Raciti. Pero, ayer, la autopsia preliminar dictaminaba que su muerte del policía se había producido por «un trauma abdominal y una fractura múltiple del hígado, compatible con un golpe contundente», según informaba Renato Papa, el fiscal del caso.
¿Qué hacer para evitar que se repitan sucesos como éste? En Palacio Chigi, la residencia del primer ministro italiano, el Gobierno y la Federación Italiana de Fútbol se reunirán hoy para estudiar las medidas a tomar para poner freno a la oleada de violencia que se registra en los estadios del país trasalpino. Sobre la mesa hay varias propuestas: se baraja mantener la suspensión de todos los encuentros al menos durante un fin de semana más, lo que supondría una moratoria de al menos 15 días. Y, cuando se reanuden los partidos, es muy posible que aquellos que no reúnan las condiciones mínimas exigidas de seguridad se vean obligados a celebrarse a puerta cerrada, sin público.
También se contempla la posibilidad de que los partidos con mayor nivel de riesgo (como son los famosos derbis) se celebren en horario matinal. Y se da por sentado que los tifosi que sean condenados por actos de violencia, y que rara vez van a la cárcel por ello, reciban a partir de ahora condenas mucho más duras. Asimismo, todo apunta a que el Ejecutivo pretende acelerar la entrada en vigor del Decreto Pisano (bautizado así en honor a su autor, el anterior ministro del Interior), prevista inicialmente para el próximo mes de junio pero que, tras los sucesos del viernes, puede ser inmediata. El decreto contempla, entre otras cosas, la instalación de tornos y entradas nominativas.
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