A. E.
MADRID.-
«Decidles que si no entran ellos, entramos nosotros y realizamos las detenciones». Esta frase en la que un responsable policial da instrucciones a uno de sus subordinados es representativa de los momentos de tensión que se vivieron ayer entre los agentes de la Ertzaintza y de la Policía Nacional con motivo de la diferencia de criterio a la hora de efectuar los arrestos de los huidos.
Según ha podido saber este periódico, varios agentes del Cuerpo Nacional de Policía pudieron identificar en el interior del frontón, primero a Ibon Meñika y a Olatz Donabeitia, y después a la mayor parte de los condenados por el Supremo. Avisaron a sus jefes de la presencia de los terroristas y de que había un grupo de ertzainas vigilando las instalaciones. Recibieron la orden de ofrecer los datos a la Policía Autónoma con el fin de que ésta, provista más efectivos, realizase las detenciones.
La situación se tornó tensa cuando, a pesar del aviso, los ertzainas no realizaron movimiento alguno. Se llamó a los responsables provinciales de la Policía Autónoma y, ante la falta de iniciativa, se avisó de una posible intervención. Fue entonces cuando llegaron varias furgonetas de antidisturbios de la Ertzaintza y éstos entraron en el recinto para pactar.
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