Lord Lambton, el político y rentista recientemente fallecido a la edad de 84 años, era descendiente del primer Conde de Durham, quien, entre 1830 y 1834 apoyó la implantación de elecciones generales 40 años antes de que éstas fueran oficialmente instituidas en el Reino Unido. Con semejante linaje, Lambton heredó todo cuanto un aspirante a político de los años 50 del siglo pasado podía desear. Y, sin embargo, trabajó durante 22 años en Westminster, de forma gris, y sin causar ningún impacto de importancia sobre la opinión pública, hasta que un escándalo menor puso fin a su carrera.
Anthony Claude Frederick Lambton, segundo hijo del quinto conde de Durham, fue miembro del Parlamento por el Partido Conservador y por el condado de Berwick desde 1951 hasta su dimisión en el año 1973. Se le acusaba de acudir por su distrito electoral más veces a cazar que a cumplir con sus deberes políticos. Su mansión familiar estaba ubicada en el centro de Biddick Hall, en el condado de Durham.
Siendo consecuente con su reputación de hedonista disoluto, no fue ningún hipócrita y jamás militó en las filas de la derecha moralizante. Haciendo gala de un gran coraje, abogó en todo momento por la legalización del consumo de cannabis. En los círculos tories más tradicionales, Lord Lambton se vería, también, seriamente penalizado con una cierta reducción al ostracismo por no haber servido en el Ejército británico durante la Segunda Guerra Mundial.
Se convirtió en heredero al título de vizconde de Lambton en 1941, después de que su hermano mayor se suicidara, disparándose un tiro en la cabeza en el interior de la mansión familiar (sería el propio Lambton quien encontrara su cadáver). Nada parecía importarle más que su título. A la muerte de su padre, aspiraba claramente a alcanzar metas bastante más altas que la de convertirse en un simple funcionario de segundo nivel en el Ministerio de Defensa. Y, debido e ello, renunció al título de conde de Durham, aunque siempre insistió en que debía ser tratado con arreglo a su título de cortesía. Así, por ejemplo, durante las elecciones al condado de 1970, arengó severamente a un obstinado oficial recién llegado, a quien no dudó en recordar que él era «Lord Lambton y no el señor Lambton».
Finalmente, Lambton logró que le nombraran subsecretario del Ministerio de Defensa. En el desempeño del cargo, dejaría asombrados a sus colegas, tanto por su gran inteligencia como por su enorme arrogancia. Pero el escándalo saltó cuando, tiempo después, concedió una entrevista, en la que declaró que a menudo se iba «de putas, por razones estrictamente sexuales», ya que, «a todo el mundo nos gusta la variedad, es algo tan simple como eso».
Las declaraciones supusieron el fin de su carrera política. Lambton se pasó el resto de su vida en Italia, en Centinale, su espectacular villa del siglo XVII en Sovicille, cerca de Siena, construida para celebrar la elección como nuevo pontífice del Papa Alejandro VII, y que él adquirió en 1977. Hasta su muerte vivió, como un personaje de novela, en el exilio con su amante, Clare Ward (madre de la activista ecológica Marquesa de Worcester), sin abandonar su afición por la vida disoluta, abusando del alcohol, los estupefacientes y las interminables fiestas en las que presumía de sus innumerables conquistas de mujeres casadas.
Anthony Claude Frederick Lambton, vizconde de Lambton, nació en Berwick (Reino Unido) el 10 de julio de 1922 y falleció en la Toscana (Italia) el 30 de diciembre de 2006.
