Cubre sus cabellos con el tradicional hiyab (pañuelo) islámico y habla de fantasías y de posturas sexuales, del orgasmo femenino, del sexo oral e incluso de la masturbación sin sonrojarse. Se llama Hiba Kotb y presenta un programa de sexo en una cadena de televisión por satélite egipcia.
Es la doctora del sexo de los árabes. Una señora respetable y seria que está descubriendo los placeres del amor a una sociedad que se resiste a despertar a las delicias de Eros por temor a la ira de Alá. Una especie de Elena Ochoa a la musulmana. Porque, eso sí, Kotb habla con toda libertad de sexo, pero siempre desde el punto de vista islámico.
En un tono cándido pero con ribetes científicos, la sexóloga de los árabes introduce las bondades del placer en los dormitorios musulmanes y aconseja a los esposos cómo hacer el amor de forma halal (según dictamina el Corán).
Kotb defiende que la fe coránica está en favor del placer de mujeres y hombres, siempre en el marco del matrimonio. «He descubierto que el islam entendió el sexo mucho antes que el resto del mundo», mantiene.
A sus 39 años, Hiba Kotb está casada y tiene tres hijas. Se graduó en Medicina en la Universidad de El Cairo en 1991 y se especializó en Medicina Forense y Toxicología. Sus investigaciones se centran en temas tan delicados como el trauma postviolación, los efectos psicológicos de los casos de incesto, las enfermedades sexuales o los abusos infantiles.
A falta de estudios especializados en el tema en el mundo árabe, la doctora tuvo que recurrir para estudiar Sexología a la Universidad Maimónides -una institución privada de Miami que lleva el nombre del filósofo hispanojudío e imparte cursos a distancia-, toda una metáfora de la Alianza de Civilizaciones. Ayudándose de sus conocimientos religiosos elaboró una tesis titulada La sexualidad en el islam, que ahora explica a la inexperta audiencia árabe.
Combinando magistralmente ciencia y religión, la sexóloga ha logrado convertirse en toda una celebridad con grandes cotas de audiencia. Su programa, Kalam kabir (algo así como Palabras mayores), se emite los sábados por la noche, a las 23.00 horas, en el canal independiente egipcio Al Mehwar.
Aunque la doctora Kotb recibe también muchas críticas. Desde los más liberales hasta los más conservadores, sus programas no dejan indiferentes a los árabes. «Después de los bancos islámicos, la moda islámica, los canales de televisión islámicos, las peluquerías islámicas los trajes de baño islámicos y los escritores islámicos... ahora, ¿tenemos que soportar el sexo islámico? ¡Esto es demasiado!», escribe la autora feminista Moha Helmi en un popular blog sobre mujeres árabes.
Los más conservadores creen que no es necesario hablar de estos temas. La educación sexual en la sociedad islámica, como tema tabú por excelencia, simplemente no existe. «¿Educación sexual? ¿Quién la necesita? Desde luego, no mi esposa», dice algún detractor. Pero Kotb, una mujer tradicionalista y creyente, rebate todos estos argumentos con un dato: el 80% de los divorcios que se dan en el mundo árabe se deben a problemas sexuales que provienen de la ignorancia generalizada en temas de sexo. El problema del divorcio puede evitarse, según Kotb, con más educación sexual. Ella lo sabe bien: dirige una consulta para matrimonios en crisis.
La doctora trata el sexo siempre desde una perspectiva islámica. Al hablar de un tabú social, algo de lo que está mal visto conversar porque pertenece a la esfera de lo íntimo, el único espacio disponible para tratarlo es enmarcándolo dentro de la religión. Y contraponerlo a lo haram, lo pecaminoso.
Recuperar la sensualidad
Pero, aun así, su discurso es muy liberador para las mujeres que nunca reivindicaban su derecho al placer en la cama. La nueva mujer musulmana no sólo ya no es esclava de los deseos sexuales del marido, sino que puede reclamar a su pareja que la satisfaga. La doctora ha reconciliado al islam con el sexo y ha devuelto la sensualidad a una sociedad aletargada por el conservadurismo más radical. Para las esposas más tímidas, cuya educación les impide abordar su vida sexual con naturalidad, Kotb aconseja al marido: «Recuérdale que la amada esposa del profeta Mahoma, Aisha, solía llamarle a la cama».
Así, Kotb glosa las virtudes del sexo, siempre que sea dentro del matrimonio. La sexóloga enseña el arte de amar y propone concentrarse, más allá de la procreación, «en el aspecto sensual, que es la fuente verdadera de placer».
Aunque sus charlas abandonan las resonancias más liberales cuando arremete contra los que practican sexo antes de casarse y contra los adúlteros. Para corregir estos comportamientos, propone, la solución es la masturbación.
LO DICHO Y HECHO
«He descubierto que el islam entendió el sexo mucho antes que el resto del mundo»
19 de septiembre de 1967: Nace en El Cairo. 1991: Se gradúa en Medicina por la Universidad de El Cairo. 1997: Se especializa en Medicina Forense y Toxicología y acaba su tesis sobre Aspectos medicolegales de los abusos infantiles. 2003: Obtiene un diploma en Sexología Clínica por la Universidad Maimónides (Florida), que premia su tesis La sexualidad en el islam. 2007: Triunfa con un programa de sexo en televisión.
