JOAN HERNANDEZ
LLEIDA.-
El delegado de Gobierno de la Generalitat en Lleida, Jaume Gilabert, manifestó en el lugar del accidente que las administraciones deben de tomar medidas con carácter de urgencia porque últimamente se están produciendo demasiados incidentes graves relacionados con explosiones de gas.
Según Gilabert los primeros indicios apunan claramente a una deflagración provocada por gas natural, «tanto la Generalitat, como los ayuntamientos, se han de reunir con las empresas de subministradores y instaladores para decidir si es necesario incrementar las inspecciones. Y buscar la forma la forma de detectar con celeridad posibles deficiencias», aseguró.
La hipótesis de una fuga de gas toma más fuerza porque el testimonio de algunos vecinos del bloque señalaron que habían percibido un leve olor de gas al salir de sus casas, además la intensa llamarada que salía de la puerta del establecimiento indicaba una fuente de combustión importante.
El bloque afectado fue construido a finales de la década de los 90 y fuentes de los bomberos confirmaron que la causa de la explosión ha sido una importante concentración de gas natural.
El Ayuntamiento realojó a 28 vecinos de los 56 afectados por la deflagración y los técnicos municipales descartaron daños estructurales en el edificio. El consistorio puso a disposición de los vecinos habitaciones de hotel en diferentes establecimientos de la ciudad.
El alcalde de Lleida, Angel Ros, tranquilizó a los vecinos informándoles de que la explosión ha sido localizada en el interior del local y que la instalación general del gas no estaba afectada. Los trabajos de desescombro y apuntalamiento del lugar de la explosión se prolongaron durante horas y el cuerpo del joven restaurador fue hallado por los bomberos atrapado entre un amasijo de hierros y escombros.
Esta es la segunda explosión de gas que se registra este año en un inmueble de Cataluña con víctimas, la primera fue el pasado día 26 de enero en la localidad de Cornellà del Llobregat.
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