ISRAEL DURO
«Agradezco a los 'ultras', que sí me han apoyado». Los elogios de Fabio Capello al grupo radical Ultras Sur en su rueda de prensa posterior a la derrota frente al Levante generaron ayer un fuerte polémica, incluso dentro del propio club. De hecho, el director deportivo, Pedja Mijatovic, le dará al entrenador un tirón de orejas y le pedirá que no vuelva a realizar ninguna referencia (y mucho menos positiva) a la hinchada radical de uno de los fondos del Santiago Bernabéu.
Esteban Ibarra, presidente del Movimiento Contra la Intolerancia, criticó a Capello: «Es inadmisible que un deportista de la talla de este entrenador internacional, cuyos actos y palabras tienen tanta trascendencia entre la sociedad y especialmente entre la juventud, haya podido decir lo que ha dicho. No debe de ser consciente del daño que eso puede ocasionar porque a esta banda de intolerantes se la coloca incluso por encima del resto de la afición del Real Madrid».
Lo cierto es que Ultras Sur es una de las peñas que se han mostrado afines a Ramón Calderón (y por lo tanto a su proyecto) desde poco después de que éste se hiciera con los mandos del club. Como es conocido, el grupo ha retomado esta temporada los desplazamientos a muchos de los encuentros que el equipo blanco ha disputado lejos de la capital.
Hacía seis años que el grupo dejó de viajar con el equipo. En concreto, el periodo en el que Florentino Pérez llevó el timón de la nave blanca, puesto que el ex presidente dejó de sufragar los traslados a estos aficionados.
Tras el 'tirón de orejas' de Mijatovic a su técnico, el montenegrino volvió a su parcela de configurar la plantilla de cara a la nueva temporada. En este caso, al apartado de salidas. Ayer, el club blanco emitió un comunicado en el que anunciaba el traspaso definitivo de Jonathan Woodgate al Middlesbrough.
Las cifras de la operación no se hicieron públicas, aunque parece poco probable que el Madrid recupere los 22 millones que pagó hace tres años por el central.
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