Para algunos expertos consultados, la caída se debe a que muchos inversores ven que la OPA de E.ON saldrá exitosa y prefieren mover el dinero para buscar nuevas inversiones, asumiendo un coste de oportunidad de 65 céntimos (el que dista entre el cierre de ayer y el precio que ofrece E.ON) para no tener que esperar para cobrar los dos meses que aún le restan al proceso. Sin embargo, otros analistas también destacan que el descuento de 65 céntimos sobre el precio ofrecido por E.ON también recoge las incertidumbres de la OPA, especialmente las dudas sobre que la alemana alcance más del 50,01% y que Endesa elimine los blindajes del capital.

Las acciones de Endesa fueron ayer las protagonistas del mercado, que movió 35,87 millones de títulos de la eléctrica, un 3,4% del capital social, por un monto de 1.363 millones de euros, un tercio del volumen total de operaciones efectuadas ayer.

Ya con la Bolsa cerrada, el consejo de Caja Madrid decidió ayer no valorar el precio ofrecido por E.ON y pospuso para finales de marzo su decisión oficial sobre qué hará con el 10% del capital de Endesa, si bien en la junta de accionistas de la eléctrica votará a favor de la eliminación de los blindajes a los derechos de voto, una condición exigida por E.ON para seguir adelante con la operación de compra.

Será después de la junta de Endesa cuando la entidad que preside Miguel Blesa anuncie su decisión.

La caja obtendrá unas plusvalías de 2.088 millones de euros si vende su participación a E.ON a razón de 38,75 euros por acción, cuantía que podría dedicar a adquirir algún banco en el extranjero, uno de los deseos de Blesa.

Otra opción, la más improbable según los analistas, sería no salir del capital de Endesa y contribuir a fortalecer el frente español que lidera Acciona, que posee un 21,03%.

La constructora de la familia Entrecanales tampoco deshojará la margarita de Endesa hasta el final del proceso, ya que si E.ON se hace con el control de la eléctrica, Acciona venderá su paquete, obteniendo unas plusvalías de casi 1.200 millones de euros (incluyendo el dividendo cobrado).

Por su parte, el presidente de la alemana E.ON, Wulf Bernotat, que llegó el sábado pasado a España, aprovechó ayer para reiterar que la compra de Endesa no contempla despidos ni desinversiones, al tiempo que resaltó que la eléctrica continuará siendo española y desempeñará un papel muy importante para el grupo alemán en el Sur de Europa y en Latinoamérica.

En declaraciones a la Ser, el presidente de E.ON aseguró que la integración de ambas compañías arrojará unas sinergias de unos 600 millones de euros a partir del 2010, pero dejó claro que este ahorro se conseguirá cambiando la estructura de la eléctrica, sin incurrir en despidos ni desinversiones. De hecho, los sindicatos UGT y CCOO pidieron ayer a E.ON un compromiso claro de que bajo su control no habrá destrucción de empleo.

Bernotat afirmó que «la impresión que tengo hasta la fecha es que no hay coalición entre ambos grupos», en referencia a la posibilidad de que Acciona y Caja Madrid pudieran haber pactado un frente común para hacer fracasar la operación del grupo alemán. Bernotat se deshizo en elogios hacia Manuel Pizarro, presidente de Endesa, destacando la gran labor de los últimos 17 meses al frente de la compañía y en beneficio de los accionistas.

La operación sobre Endesa siguió ayer salpicando a José Montilla, presidente de la Generalitat, al que el diputado de CiU en el Parlament Oriol Pujol criticó por su «silencio clamoroso» en torno a la retirada de Gas Natural, que «hace intuir una responsabilidad importante en el fracaso de la operación». En un comunicado, Pujol pidió a Montilla que «rompa su silencio» ante la decisión de Gas Natural de desistir de la OPA. «No se puede aceptar que una persona que ha sido ministro de Industria y que ahora es presidente de la Generalitat no hable de una operación que afectaba a su ministerio, que afecta a una de las empresas más importantes del país y que afectará a muchos catalanes al tratarse del principal operador energético en Cataluña», dijo Pujol.