MARTA SANCHEZ ESPARZA
MALAGA. - Diego Banderas se agitaba ayer, más pálido que de costumbre, en el interior de su jersey de punto, mientras relataba en mitad de la calle lo ocurrido, ante decenas de cámaras de televisión.
El joven periodista de Procono Televisión había pasado, en cuestión de minutos, de cronista a protagonista de una de las principales noticias del día. De contador de historias a víctima de un atraco a punta de pistola.
Apenas dos horas antes, cerca de las 8.00 horas, cinco individuos armados habían penetrado en el edificio que ocupa la emisora de televisión por cable y, tras exigir la entrega de dinero en efectivo, habían descerrajado varios tiros al gerente, al jefe de instaladores y a uno de los técnicos.
Los dos primeros tuvieron que ser intervenidos ayer de urgencia en el Complejo Hospitalario Carlos Haya de Málaga como consecuencia de las graves heridas de bala sufridas, mientras el tercero sufría tan sólo una herida leve en la cabeza, fruto de un golpe con la culata de un arma.
«Yo estaba en la segunda planta, preparando el informativo de las 10.00 horas y escuché un ruido. Pensé que el sonido era el de un accidente entre dos coches en la calle, pero cuando miré por la ventaba no vi nada. Luego todo fue muy deprisa. Oí otro impacto y los gritos que venían de dentro del edificio, bajé por la escalera y, al entrar en una de las oficinas donde había luz, vi a los compañeros heridos, y a un técnico que había llegado antes que yo y les estaba atendiendo. Los atracadores ya se habían ido», relató ayer Diego Banderas al resto de los periodistas.
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