Aunque el coordinador de Urgencias durante los meses en los que se produjeron las presuntas sedaciones irregulares -contraindicadas, no indicadas o excesivas- del hospital de Leganés era Luis Montes, el doctor Miguel Angel López Varas era su teórico número dos y es el imputado que más historias dudosas reúne en los juzgados de Leganés. Ni más ni menos que 10 y, entre ellas, dos que el Colegio de Médicos consideró como «contraindicadas»:
Historia 144998. López Varas fue responsable del tratamiento con sedación terminal de una anciana de 91 años que acudió en enero de 2004 a Urgencias con una probable infección de orina. Según recogió el Colegio de Médicos, esta sedación terminal estaba contraindicada «por ser un paciente sin enfermedad terminal» y los fármacos utilizados fueron «inadecuados por exceso». La mujer murió siete horas y media después del inicio de la sedación. El máximo órgano de los médicos recogió que la sedación se le aplicó sin realizarle «diagnóstico de la causa» del ingreso.
Historia 526843. Es otro de los cuatro casos que el Colegio consideró «contraindicados». Una mujer de 85 años ingresó con un ictus y una infección urinaria. Un primer equipo médico le puso sedación terminal «sin explicitarse (no hay sintomatología a tratar)», recoge el informe del Colegio. Tres días después, otro médico le retiró la morfina y le puso tratamiento contra la infección. Hasta que otro equipo médico le volvió a cambiar el tratamiento: 200 miligramos de tranxilium, 50 de morfina y 15 de midazolam, parece que inyectada. La enferma murió 30 minutos después de este último cambio de tratamiento. Según el Colegio, la sedación terminal, aparte de contraindicada, fue excesiva. López Varas también estuvo a cargo de esta paciente.
Y ocho sedaciones no indicadas y excesivas. Además de los dos casos que el Colegio de Médicos calificó como sedaciones terminales contraindicadas (es decir, que su administración se considera perjudicial dada la dolencia de los pacientes), hay al menos otros ocho en los que López Varas aparece como responsable y por los que está imputado en los juzgados de Leganés. En casi todos ellos, el Colegio dictaminó que las dosis administradas fueron excesivas o que ni siquiera estaban indicadas, en la mayoría de los casos porque se trataba de pacientes en coma arreactivo. El máximo órgano colegial médico considera que en ese caso no es necesaria la sedación terminal porque el paciente no sufre dolor. Se trata de las historias 59305, 80874, 220887, 267105, 557007, 571751, 375608 y 414134.
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