El atasco en la A-6 produjo numerosas protestas
¿Sufrió usted el atasco que se produjo ayer en la A-6 como consecuencia del autobús accidentado que quedó atravesado en el Bus-VAO? Algunos de los conductores que suelen circular por la carretera de la Coruña se quejan y cuentan sus impresiones de lo sucedido. Buscan causas y modos de prevenir un suceso como éste que bloquea el tráfico y se repite con cierta frecuencia.
Los interurbanos van a gran velocidad
Soy usuario diario de la A-6 y no me extraña que haya ocurrido este accidente. Los autobuses verdes que circulan por esta autovía son un peligro público. Los excesos de velocidad (casi con seguridad la causa de este accidente, ya que el pavimento estaba mojado), así como la invasión de los carriles adyacentes, son norma común de estos conductores, que creen que la carretera es suya. He comprobado que llegan a alcanzar velocidades superiores a los 100 Km/h, causando pavor entre los conductores. Con sólo fijarse en los paragolpes de estos monstruos verdes se puede observar la cantidad de impactos que tienen.
Alvaro Andrade
Los conductores deberían calmarse
Por motivos laborales me veo obligado a coger la A-6 dirección A Coruña desde Moncloa todos los días. Sólo tomo el tramo que llega a la M-40, pero durante ese corto trayecto tengo que ir evitando las peligrosas maniobras de los autobuses de línea que salen del intercambiador. Con todo el tráfico que hay por las mañanas, y sin respetar las mínimas medidas de precaución y seguridad, van saltando literalmente de carril en carril pasando del primero al segundo y del segundo al tercero, colándose en el más mínimo hueco que encuentran y sin respetar las distancias de seguridad con los vehículos delanteros. De hecho, nunca les ves en el carril de la derecha como sería menester, sino que, aunque éste vaya vacío, van colocados en el centro. Como si lo único que les importase es tardar lo mínimo posible en llegar a su destino, sin importarles la seguridad de los pasajeros o de los conductores de su alrededor.
Querría pedir a quien tenga potestad para ello que dijese a los conductores que se tranquilizasen un poco, que todos queremos llegar.
Gabriel Gujiarro
Los coches son los que entorpecen
Los que viajamos en autobús vamos de la mano de unos grandes profesionales que muchas veces se ven muy perjudicados por algunos vehículos particulares que se meten delante a lo burro, y nos hacen tener que pegar unos frenazos... Pediría un poquito más de calma a esas personas que van en sus coches y no miran jamás a su alrededor.
I.
Demasiada presión para los chóferes
Los conductores de autobús son temerarios y suelen hacer barbaridades, sí, pero es que además de conducir han de ser también revisores y cobradores, con las peligrosas distracciones que ello implica. Llevan mucha presión y corren demasiado, pero es que las distancias son enormes en Madrid. Todo el mundo está obligado a trabajar lejísimos de su lugar de residencia, empezando por los inmigrantes y acabando por el currito mileurista que ha desistido de coche porque es algo que ya no puede ni siquiera permitirse o el estudiante sin papis que le compren el coche. Es cosa del sistema. Seguiremos viviendo como borregos y muriendo como tales cuando nos toque.
I.
El Bus-VAO es una ratonera
No voy a culpar ni al conductor del autobús ni a nadie del accidente. Ha sido eso, un accidente, no le demos más vueltas. Pero sí que me quejo de lo siguiente: el diseño del carril Bus-VAO es lamentable. No es la primera vez, ni la segunda, ni será la última, que éste se convierte en una ratonera sin salida.
Señores políticos, ¿de verdad es tan difícil hacer algún tipo de salida o escapatoria de emergencia? No es el primer accidente que se produce, ni el primer atasco inmenso por no poder escapar del dichoso carril. Quizás tendremos que esperar a que se produzca un accidente realmente muy grave para que se tomen medidas, ya que, ante cualquier incidencia, el Bus-VAO es una trampa.
I.
Lo bueno es ver que la gente se ayuda
Yo he sido una de las afectadas junto con mi hijo por casi dos horas. La verdad es que lo mejor es tomártelo con calma...
Lo bueno ha sido ver cómo la gente, en estos casos, se ayuda. Me dejaron un móvil para avisar a la oficina, compartimos los bollos de los niños y entre todos, cuando empezamos a movernos, intentamos recoger a la gente que, desesperada, había bajado de los autobuses y se dirigía a Moncloa andando.
C.G.
Apostar por la educación vial
Hoy [por ayer] he llegado con una hora de retraso al trabajo por culpa del accidente y todavía tengo mal cuerpo; cada vez que encuentro en mi camino al trabajo un accidente de la magnitud de éste, o incluso inferior, llego con muy mal cuerpo. Y esto es día sí y día también en la carretera de la Coruña.
Las autoridades pertinentes deben luchar con toda dureza, apostar por la educación y concienciar a todos de que un vehículo, según cómo se conduzca, es una máquina de matar o un medio de transporte.
Evo