LUIS F. DURAN
Cinco líneas de autobuses periféricas de la EMT estrenan desde hoy un sistema de videocámaras de seguridad. El objetivo es captar las imágenes del interior del vehículo, grabarlas y proteger a viajeros y empleados. El plan ha sido bautizado como VEA: Videovigilancia Embarcada en el Autobús. Se han instalado los objetivos en 10 vehículos de las líneas 27, 59, 79, 85 y 130. Estas rutas son las más polémicas debido a que los viajeros son víctimas de carteristas, descuideros. Además también son la más castigadas por los toxicómanos que acuden al poblado de El Salobral y las Barranquillas. Muchos de ellos se niegan a pagar el billete y amenazan a conductores y revisores.
El plan es experimental y se pone en marcha por un periodo de seis meses para «estudiar el sistema más adecuado» que garantice la seguridad de los viajeros.
Alberto Ruiz-Gallardón, alcalde de Madrid y Pedro Calvo, concejal de Tráfico, presentaron ayer el proyecto. Su implantación responde «a la apuesta del Ayuntamiento por incorporar las nuevas tecnologías en el sector del transporte público urbano de superficie», en este caso «para incrementar, de una manera eficaz, la seguridad de los usuarios», dijo el alcalde, quien añadió que el «efecto disuasorio» será el más importante una vez implantado el sistema en toda la flota «en la próxima legislatura».
El conductor que perciba una situación de peligro en su vehículo activa una alarma que envía, en tiempo real, las imágenes captadas por las cámaras al Centro de Control. Desde allí se notificará la alarma mediante sms. Una vez analizadas las imágenes recibidas y, con la colaboración del Sistema de Ayuda a la Explotación (SAE), se tomarán las medidas oportunas para la resolución del peligro, según Europa Press.
Actualmente hay 10 empresas que están colaborando con el proyecto con equipamientos de 3 a 5 cámaras en cada uno de los autobuses en pruebas. «Durante estos seis meses se hará un estudio técnico que certifique cuál es el sistema que mejor responde para su posterior desarrollo», apuntó Calvo.
Las imágenes permanecerán almacenadas entre uno y tres días en el equipo embarcado. Asimismo, dependiendo de la solución técnica que se instale, las secuencias se descargarán a un servidor central diariamente. La transmisión de esta información se realizará, tanto en el momento en que los autobuses lleguen a cocheras, como en tiempo real cuando se produzca una alarma, a través de sistemas Wifi.
El alcalde constató que las imágenes que se reciban en el Centro de Control «sólo serán accesibles a personal de la EMT debidamente autorizado, permaneciendo almacenadas como máximo un mes, al término del cual, salvo que exista alguna razón específica, se destruirán». En todo el planteamiento y desarrollo del sistema se han seguido los trámites legales exigidos por la Agencia de Protección de Datos de la Comunidad de Madrid.
LAS LINEAS MAS CONFLICTIVAS
Las cinco líneas de la EMT que estrenan el sistema de videovigilancia circulan por la periferia de la ciudad. Son las siguientes: 27 (Embajadores-Plaza de Castilla), 59 (Atocha-San Cristóbal de los Angeles), 79 (Legazpi-Villaverde Alto), 85 (Atocha-Barrio de Rosales) y 140 (Villaverde-Vicálvaro Alto).
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