LUIGI BENEDICTO BORGES
La Comunidad de Madrid cerrará el centro de acogida en el que hasta ayer vivían once mujeres y que era gestionado por la Asociación Nuevo Amanecer. Su nuevo hogar se lo buscará de forma inmediata la Consejería de Empleo y Mujer de la Comunidad de Madrid en las próximas fechas, aunque fuentes de la propia Consejería informaron ayer que algunas familias ya han iniciado la mudanza. Ya hay otro edificio que será acondicionado de forma urgente por la Consejería.
La Asociación Nuevo Amanecer aceptó la invitación de la Comunidad de Madrid para que pusiera punto y final al contrato de adjudicación de las instalaciones después de que las once internas presentaran conjuntamente una denuncia por sufrir un supuesto trato vejatorio. Según el Gobierno regional, la denuncia crea unas circunstancias «que impiden el normal funcionamiento» del centro de acogida, por lo que el pasado viernes envió la invitación a Nuevo Amanecer, que la aceptó ese mismo día. La asociación había comenzado a gestionar el centro el verano pasado.
La directora general de la Consejería de Empleo Mujer, Patricia Flores, informó ayer que las mujeres y los niños serán trasladados a otros centros de acogida «de máxima solvencia», si bien aún no se ha decidido la fórmula administrativa que utilizarán. No se descarta una sanción económica para la Asociación Nuevo Amanecer, que no tiene otro servicio adjudicado por la Consejería.
La investigación del centro se inició el pasado 17 de enero, aunque los primeros traslados se tuvieron que agilizar ayer por la mañana, cuando dos mujeres salieron en una cadena de televisión de ámbito estatal, lo que las hizo perfectamente reconocibles y localizables para sus maltratadores, ya que la imagen de la fachada del edificio también fue difundida. Para «proteger» a esas mujeres, cuya voz no fue distorsionada, se produjo un inmediato cambio de residencia para ellas.
Otras cuatro denunciantes también han salido del centro de manera voluntaria, si bien el cambio no cumple todas sus expectativas. Las once mujeres que presentaron la denuncia tenían la ilusión de ser trasladadas juntas al mismo centro. Pero, según Flores, eso es imposible porque en la actualidad no existe «un centro vacío para ellas».
Esta última acción ha sido criticada por la portavoz socialista de la Mujer en la Asamblea de Madrid, Maribel Manzano, para quien la «disgregación» del grupo «no es una solución». Manzano aseguró que las mujeres «están muy preocupadas, histéricas, al borde de la situación» porque «temen que el grupo sea disgregado para diluir el problema» y criticó que «no haya recursos suficientes» para atender a estas víctimas de la violencia doméstica.
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