Martes, 6 de febrero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6260.
ÚLTIMAS NOTICIAS TU CORREO SUPLEMENTOS SERVICIOS MULTIMEDIA CHARLAS TIENDA LOTERÍAS
Primera
Opinión
España
Mundo
Ciencia
Economía
Motor
Deportes
Cultura
Comunicación
Última
Índice del día
Búsqueda
 Edición local 
M2
Catalunya
Baleares
 Servicios 
Traductor
Televisión
Resumen
 de prensa
Hemeroteca
Titulares
 por correo
 Suplementos
Magazine
Crónica
El Cultural
Su Vivienda
Nueva Economía
Motor
Viajes
Salud
Aula
Ariadna
Metrópoli
 Ayuda 
Mapa del sitio
Preguntas
 frecuentes
No son los deberes lo que quitan a un hombre la independencia: son los compromisos (Louis de Bonald)
 MADRID
ARQUITECTURA / Cines Avenida
El cine va por barrios
J. M. FERNANDEZ ISLA

De nuevo, otro cine de la Gran Vía va a pasar a la excedencia. Ahora el turno le toca al Avenida, que va camino de convertirse en un futuro centro comercial. La causa hay que buscarla en los escasos ingresos que la industria cinematográfica obtiene por la exhibición y que en la actualidad, según cuenta la estadística, sólo alcanza un exiguo 20% del posible total. El resto ya no pasa por taquilla. Ahora, el rendimiento se consigue por ventas al extranjero, pases en televisión y, sobre todo, por derechos derivados de otro tipo de soportes como vídeo o DVD. Pero hubo una época en la que los cines fueron considerados como un indiscutible referente urbano y cuya imagen se equiparaba a la de los grandes teatros.

Publicidad
A comienzos del pasado siglo, durante los años 20 y 30, las grandes capitales de todo el mundo vieron aparecer una serie de salas, cuyos nombres ya han entrado en la historia de la arquitectura (en honor a la verdad, la mayoría cumplía una doble función que en el Avenida no se había previsto: servir tanto para la proyección cinematográfica como para la representación teatral). Así, en Berlín surge el Universum; y al otro lado del Atlántico, en Nueva York, el Radio City, y finalmente en París -ya nos lo dijo Bogart: siempre nos quedará París- la multifuncional Sala Pleyel, donde la acústica establecerá nuevos cánones.

Uno se pregunta qué fue de aquellos tiempos en que las películas se fundían -como si de un elemento continuo se tratara- con la arquitectura de las propias salas de cine. Tiempos donde la importancia ritual de los espacios colectivos (sean templos o espacios para la proyección) no dependía exclusivamente del rendimiento catastral de los mismos, sino más bien de la repercusión social y urbana del acontecimiento que en ellos iba a tener lugar. Tiempos, en definitiva, donde todo espectáculo que aspirase a una reacción vibrante con el entorno debía contar con el mejor aliado posible para su desarrollo: un contenedor igualmente sugerente.

Curiosamente, la supervivencia de algunos cines de la Gran Vía (una calle, que nadie lo olvide, que nació con el celuloide) se debe a la posibilidad de reconvertirse en teatros. Así ya lo han hecho Coliseum y Lope de Vega; pero ello se debe a que desde el inicio contaban con el escenario adecuado y todas las instalaciones requeridas por la tramoya teatral. El Avenida, ya se ha dicho, no cumple ese requisito. De ahí que el futuro del cine proyectado en 1927 por José Miguel de la Cuadra Salcedo, busque la viabilidad (exclusivamente económica, para nada ambiental) transformándose en centro comercial.

Como recordatorio, convendría no olvidar que el Plan General de Ordenación Urbana protege aquellos elementos más singulares de la Gran Vía. En el caso del Avenida, sólo se refiere a aspectos estéticos: la composición clásica de su fachada y la rica decoración de la escalera y el vestíbulo. Sin embargo, la parte más interesante del proyecto, platea y tratamiento estructural (en definitiva, lo esencial en un cine), no figura como tal. Una contradicción que, de persistir el efecto cambio de uso, podría alcanzar al mucho más interesante y vecino Palacio de la Música, construido por Zuazo en 1928 y que sólo dispone de un espacio limitado donde albergar una orquesta, pero no lo suficientemente grande como para adecuarse a lo que en la actualidad demanda el teatro musical.


FICHA TÉCNICA

CINE AVENIDA

Situación: Gran Vía, 37. Con vistas a la calle de Abada, 11 . /

Arquitecto: José Miguel de la Cuadra Salcedo. /

Proyecto: 1927. /

Construcción: Entre 1927 y 1928. /

Hubo una remodelación entre 1998 y 2002. A cargo de Enrique López Izquierdo.

recomendar el artículo
portada de los lectores
copia para imprimir
Información gratuita actualizada las 24 h.
 SUSCRIBASE A
Más información
Renovar/Ampliar
Estado suscripción
Suscríbase aquí
Suscripción en papel
 publicidad
  Participación
Debates
Charlas
Encuentros digitales
Correo
PUBLICIDAD HACEMOS ESTO... MAPA DEL SITIO PREGUNTAS FRECUENTES

elmundo.es como página de inicio
Cómo suscribirse gratis al canal | Añadir la barra lateral al netscape 6+ o mozilla
Otras publicaciones de Unidad Editorial: Yo dona | La Aventura de la Historia | Descubrir el Arte | Siete Leguas

© Mundinteractivos, S.A. / Política de privacidad