Martes, 6 de febrero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6260.
ÚLTIMAS NOTICIAS TU CORREO SUPLEMENTOS SERVICIOS MULTIMEDIA CHARLAS TIENDA LOTERÍAS
Primera
Opinión
España
Mundo
Ciencia
Economía
Motor
Deportes
Cultura
Comunicación
Última
Índice del día
Búsqueda
 Edición local 
M2
Catalunya
Baleares
 Servicios 
Traductor
Televisión
Resumen
 de prensa
Hemeroteca
Titulares
 por correo
 Suplementos
Magazine
Crónica
El Cultural
Su Vivienda
Nueva Economía
Motor
Viajes
Salud
Aula
Ariadna
Metrópoli
 Ayuda 
Mapa del sitio
Preguntas
 frecuentes
No son los deberes lo que quitan a un hombre la independencia: son los compromisos (Louis de Bonald)
 OPINION
COMENTARIOS LIBERALES
Más Celaya
FEDERICO JIMÉNEZ LOSANTOS

Entre las canciones del antifranquismo que convendría rescatar para la lucha de la Nación por su supervivencia, citábamos ayer dos: A galopar, con letra de Alberti y España en marcha, de Gabriel Celaya. Hay una tercera que parece escrita para las víctimas del terrorismo en general y para la resistencia vasca contra la dictadura etarra en particular. A ésta también le puso música Paco Ibáñez, y no sé las veces que pudimos escucharla en la clandestinidad, cuando el miedo era un guante de terciopelo, y a veces de arpillera, en la garganta. El título no podía gustarnos a los poetas: La poesía es un arma cargada de futuro. Sin embargo, leída hoy, parece escrita para nuestros heroicos compatriotas del PP vasco, o para los del PSOE que no se resignan a la ignominia.

Pienso en María San Gil: «Cuando ya nada se espera personalmente exaltante / más se palpita y se sigue más acá de la conciencia, / fieramente existiendo, ciegamente afirmando, / como un pulso que golpea las tinieblas, que golpea las tinieblas». Pienso en las víctimas del terrorismo, como los Blanco, los Ordóñez, los Buesa, los Múgica, los que se han convertido en pesadilla, en incómodo lastre para los 'Zetapé', los López y los Nadie cuya rendición estorban: «Cuando se miran de frente / los vertiginosos ojos claros de la muerte, / se dicen las verdades: / las bárbaras, terribles, amorosas crueldades, amorosas crueldades». Pienso en todos ellos: «Porque vivimos a golpes, / porque apenas si nos dejan / decir que somos quien somos / nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno. / Estamos tocando el fondo, estamos tocando el fondo». ¡Nunca más cierto!

Si cambiamos poesía por política o por libertad, el ayer sirve al hoy: «Poesía para el pobre, poesía necesaria / como el pan de cada día, / como el aire que exigimos trece veces por minuto / para ser, y en tanto somos, dar un sí que glorifica». «Maldigo la poesía concebida como un lujo cultural por los neutrales / que lavándose las manos se desentienden y evaden / maldigo la poesía del que no toma partido, partido / hasta mancharse».

Y para el clero que dice que quiere arrepentirse: «Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren / y canto respirando. / Canto y canto, y cantando más allá de mis penas, de mis penas / personales, me ensancho me ensancho». Y acaba: «Quiero daros vida, provocar nuevos actos/ y calculo por eso, con técnica, que puedo. / Me siento un ingeniero del verso y un obrero / que trabaja con otros a España / a España en sus aceros». «No es una poesía gota a gota pensada / no es un bello producto, no es un fruto perfecto. / Es los más necesario, lo que no tiene nombre, / son gritos en el cielo y en la tierra son actos».

Y vuelve el estribillo: «Porque vivimos a golpes...». ¡Cuarenta años ya!

recomendar el artículo
portada de los lectores
copia para imprimir
Información gratuita actualizada las 24 h.
 SUSCRIBASE A
Más información
Renovar/Ampliar
Estado suscripción
Suscríbase aquí
Suscripción en papel
  Participación
Debates
Charlas
Encuentros digitales
Correo
PUBLICIDAD HACEMOS ESTO... MAPA DEL SITIO PREGUNTAS FRECUENTES

elmundo.es como página de inicio
Cómo suscribirse gratis al canal | Añadir la barra lateral al netscape 6+ o mozilla
Otras publicaciones de Unidad Editorial: Yo dona | La Aventura de la Historia | Descubrir el Arte | Siete Leguas

© Mundinteractivos, S.A. / Política de privacidad