DAVID BRUNAT
BARCELONA.-
La montaña rusa blanquiazul está en un tramo de caída al vacío y ahora, como siempre en estos casos, toca mirar hacia abajo, hacia el pozo. Tres malos resultados han convertido la euforia europea desatada tras el repaso al Barça en precaución.De nuevo, el Espanyol vuelve a estar pendiente de la zona de descenso, que aparece ahora a cuatro puntos. Como en toda montaña rusa, las ascensiones son para los de Ernesto Valverde costosas y lentas, mientras que los descensos son fulgurantes y vertiginosos.
Iván de la Peña, ausente contra el Zaragoza por acumulación de tarjetas amarillas y gurú del vestuario, lanzó ayer un aviso a los soñadores: «Hay que ser realista: estamos más cerca de la zona de descenso que de los puestos de Copa UEFA. Tenemos que ir partido a partido, con la misma mentalidad, aunque debemos mejorar y ponernos las pilas otra vez para volver a ser el equipo difícil de ganar». En efecto, el Espanyol ha destripado en dos semanas la vitola de equipo casi invencible tejida con ahínco a base de laboriosos empates. Mientras los rivales tenían que sudar antes para marcar un gol, ahora los encuentran de rebajas, como los cuatro del Nàstic o el despiste colectivo que costó el tanto de la derrota contra el Zaragoza.
Sin dramatismos
El centrocampista reconoció que el Espanyol «no anda tan fino» como en el tramo final de la primera vuelta, pero evitó dramatizar sobre el momento actual. «La situación no es preocupante, aunque la victoria del Levante ante el Madrid ha apretado mucho más la clasificación», advirtió. Al mismo tiempo, arengó a los suyos de cara al partido de este domingo en Balaídos.Perder contra el Celta, decimoséptimo, que anda cuatro puntos por debajo del Espanyol y sumido en una crisis de juego y resultados que puede costarle el cargo a Fernando Vázquez, sí convertiría la cautela en preocupación. «Debemos volver a ser aquel equipo difícil de batir y lograr un buen resultado después de las dos derrotas. En Vigo tenemos que hacer un buen partido y sacar un resultado positivo», aseveró De la Peña.
El cántabro quiso despojarse de la aureola de gran salvador, y recordó que su ausencia contra el Zaragoza no fue la clave de la candidez que mostró el equipo: «En Tarragona jugué de inicio y nos metieron cuatro goles», recordó. No obstante, De la Peña volverá sin duda a organizar el ataque blanquiazul en Balaídos, y lo hará acompañado de su escudero más eficaz, Moisés Hurtado.El médico del equipo, Miquel Cervera, informó ayer de que el de Badía está en condiciones de jugar. En principio, Valverde podrá contar con todos sus efectivos menos el sancionado Jarque, puesto que Tamudo, Corominas y Costa, que el domingo no se entrenaron aquejados de molestias, regresaron ayer a la disciplina periquita.Quienes sí faltaron fueron los internacionales Kameni (Camerún), Moha (Marruecos) y Torrejón (España sub-21).
La ausencia de Jarque quizá permita al central del filial Alberto Serrán entrar en la convocatoria de Valverde. Un joven que se ha convertido en asiduo del primer equipo es Julián Lopez de Lerma, quien jugó toda la segunda parte contra el Zaragoza. «No hay que preocuparse, porque la línea de trabajo del equipo es buena y seguro que llegarán de nuevo los buenos resultados», manifestó a Efe. «Durante la temporada ya hemos tenido algún momento difícil, pero hemos sabido sacar adelante la situación y también hemos conseguido una buena racha de partidos seguidos sin perder», concluyó.
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