Incluso, según se ha comentado en los últimos días, ha roto con el que ha sido su mánager desde que inició su carrera como profesional, Alfredo Cabrera Brizuela. Frank Rijkaard, que no contaba con él al principio de la campaña, le prioriza ahora por delante de Gudjohnsen, fichado como relevo de Larsson el pasado verano, y, aparentemente, estaría encantado con su continuidad. Cuando todo parecía en su contra, apostó por seguir en el Barça. Y al final, ha salido ganando. «A comienzos de temporada se criticó la decisión que tomé, pero hoy siento una enorme felicidad de haber decidido quedarme y de estar jugando. Para un futbolista lo más importante es sentirse útil», aseguró el jugador en unas declaraciones al diario La Nación de Buenos Aires.

«Me siento muy conforme con lo que hice hasta ahora. Con todos los comentarios y dudas que hubo sobre mí, hoy tengo la satisfacción de saber que puedo seguir jugando. No sé qué pasará al final de temporada, pero hoy siento felicidad por haberme quedado», recalcó el delantero argentino, quien aseguró que se siente en un momento de forma óptimo.

Críticas

Con el equipo en plena crisis anotadora, Saviola se ha reivindicado en las últimas semanas con goles, una suerte que, en los dos últimos partidos, no obstante, le ha girado la espalda. El delantero, a pesar de los comentarios en su contra, se resistió aparentemente a cargar las tintas: «Todo el mundo me conoce y sabe que no me gusta la polémica ni cerrarle la boca a nadie. Yo soy feliz en la cancha y confío en mis cualidades como jugador. Y lo más importante es que la gente que habló mal de mí hoy pueda ver y disfrutar mi fútbol».

Tal vez perdona, pero, desde luego, no olvida. Con su particular estilo casi subterráneo, se acordó de alguna de las críticas a su entender más hirientes. «Lo más sorprendente en esto es ver que un diario que en su momento me atacaba hoy habla bien de uno. Lo importante está en haber confiado en mis posibilidades.Hubo gente que me apoyó: mi familia, mis amigos. Hay que tener memoria», sentenció. «Hubo veces en las que se me faltó el respeto en determinados momentos y en columnas que escribía cierta gente», agregó el argentino.

La plantilla del primer equipo del Barça se entrenó ayer por la tarde casi en familia, por los compromisos de las diferentes selecciones internacionales. Ronaldinho, baja en el último encuentro por las molestias físicas derivadas del partido contra el Zaragoza en la Copa, se ejercitó ayer al margen del grupo, en el gimnasio.Giuly, por su parte, tampoco pudo participar en la sesión a causa de unos problemas con el vuelo que le traía de regreso de Francia.La gran novedad fue el retorno de Sylvinho, baja por lesión en las últimas semanas por una rotura muscular en el sóleo de su pierna derecha, aunque el lateral brasileño trabajo también apartado del resto de sus compañeros.

Samuel Eto'o y Leo Messi, por contra, trabajaron ya al mismo ritmo que el resto del grupo. Si el pasado domingo era el camerunés el que volvía a pisar los terrenos de juego, todo parece indicar que las previsiones se cumplirán y que el joven delantero argentino hará lo propio esta semana en el partido contra el Celta en el Camp Nou.

El abogado de Messi, por otro lado, negó ayer la presunta implicación de su cliente en una reyerta de jóvenes en un bar de la ciudad argentina de Rosario el pasado mes de enero. El letrado, Ricardo Gusperini, desmintió que el delantero azulgrana «haya agredido a alguien o provocado un disturbio», tal y como se había denunciado en los medios argentinos en las últimas fechas. El caso, incluso, está en manos de los juzgados.

«Esto es el precio de la fama. Messi está permanentemente expuesto a situaciones como ésta. Si hubo una pelea de la magnitud que dicen los empleados del bar, es muy extraño y llamativo que no se haya efectuado una denuncia por lesiones, porque lo único que hay es una por destrozos», apuntó el abogado. Oscar Sánchez, propietario del bar situado en la avenida San Martín de Rosario, presentó la denuncia en el juzgado correccional número 6, a cargo del juez Adolfo Claverie, debido a que tras la supuesta pelea nadie se hizo cargo de los daños en el local.