A las dos del mediodía, según informa Efe, los Bomberos eran avisados de que se había producido un escape del hidrocarburo en el depósito de barros.

La fuga se produjo por la descomposición de la materia orgánica en unas juntas del tanque de cemento donde se trataban los fangos.La depuradora del puerto, gestionada por la compañía Ematsa (Empresa Municipal Mixta d'Aigües de Tarragona), da servicio también a las ciudades vecinas de Vila-Seca y Salou.

El gas metano es inflamable pero no tóxico, y tan sólo la inhalación de grandes cantidades puede provocar asfixia. La cantidad dispersada, sin embargo, no fue excesiva y se diluyó en el aire, por lo que no fue necesario activar ningún plan de emergencias ni evacuar al personal de empresas cercanas.

No obstante, por unas horas quedó cortada la carretera que conduce al recinto para facilitar el acceso a los cinco vehículos de los bomberos que se desplazaron hasta la depuradora. A las cuatro de la tarde, sellada la grieta con masilla impermeabilizante, la situación en el edificio había recobrado la normalidad.

Esta fuga, que no explosión, no produjo daños humanos ni materiales.Pero han pasado tan sólo dos días desde la explosión de gas en Lleida y dos semanas desde la acaecida en Cornellà. El pasado enero, además, se cumplía un año de los incidentes del barrio de Fondo en Santa Coloma de Gramenet. Así pues, los escapes de gas empiezan a preocupar a la población y a poner en entredicho la calidad de las instalaciones de gas en Cataluña.