QUICO ALSEDO
MADRID.-
Visto que el sueño americano no terminó de funcionar (Perdita Durango, 1997), Alex de la Iglesia inicia estos días su particular sueño británico: el director de Acción mutante (1993) rueda desde hace 15 días y por espacio de nueve semanas, en Inglaterra y con reparto mayoritariamente inglés, su nuevo filme, Los crímenes de Oxford, una historia de cine negro en la que la pasión, los celos y la lógica matemática se entremezclan con la particular estética de De la Iglesia y con un reparto de campanillas.
Elijah Wood (El señor de los anillos), John Hurt (El hombre elefante), Leonor Watling (La vida secreta de las palabras), Julie Cox (El viaje de Felicia) y Dominique Pinon (Delicatessen) son los protagonistas de la película, que tiene como telón de fondo una serie de asesinatos y como inspiración la novela Los crímenes imperceptibles, del argentino Guillermo Martínez. De la Iglesia y su habitual coguionista, Jorge Guerricaechevarría, se han encargado de adaptar a la pantalla la historia creada por Martínez, que arranca con una muerte que comienzan a investigar al alimón un siniestro profesor universitario (interpretado por Hurt) y uno de los alumnos que hace la tesis a sus órdenes (Wood). Pronto advierten que dicho asesinato no es sino una pieza más en un puzzle que no ha hecho sino comenzar, y se ven obligados a desentrañar el código usado por el asesino, en un esquema que así contado no deja de recordar al verdadero gran éxito de De la Iglesia, El día de la bestia (1995).
«Se trata de poner en tela de juicio desde dentro el fundamento del género del cine negro. Los personajes describen el crimen como un acontecimiento analizable desde el punto de vista lógico, como si se tratase de un jeroglífico, o mejor aún, de una ecuación matemática», explicó ayer el cineasta, un tanto críptico, en una nota difundida por las productoras Tornasol Films y Telecinco.
La novela Crímenes imperceptibles ganó el premio Planeta argentino en 2003 y su autor, Guillermo Martínez, es doctor en Matemáticas, ciencia que sustenta la trama. La obra despachó 80.000 ejemplares en Argentina y cerca de 100.000 en Gran Bretaña, y está traducida a 33 idiomas, según la editorial Planeta. De la Iglesia rodará aún una semana más en Oxford, y luego durante unos dos meses más en Londres.
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