M. A. RUIZ
PALMA.-
El empresario mallorquín Pedro Serra, editor de los periódicos Ultima Hora y Diari de Balears, anunció ayer oficialmente su dimisión como presidente de la Fundación Es Baluard, que gestiona el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Palma de Mallorca.
Se pone fin así a una situación irregular que se ha prolongado tres años, durante los cuales un particular ha presidido un museo público que ha costado más de 18 millones de euros, aportados por el Gobierno balear, el Consell de Mallorca y el Ayuntamiento de Palma.
Pedro Serra oficializó su renuncia ayer, sólo cuatro días después de que los Reyes inauguraran, entre la polémica, la última adquisición del museo: Bou, la macroescultura en bronce de Santiago Calatrava, de 40 toneladas y 15 metros de altura.
Y es que el propio Ayuntamiento de Palma confirmó que la escultura ha sido instalada ilegalmente, ya que la Comisión de Patrimonio del Centro Histórico había autorizado ubicarla en un lugar distinto, en el que su impacto visual sobre la Fachada Marítima de Palma era menor. La autorización de este organismo público es preceptiva, ya que el museo se ubica en un antiguo tramo de las murallas de Palma que está protegido desde 1942 como Bien de Interés Cultural. Quizá debido a este escándalo, el acto de inauguración de la escultura resultó gélido, sin que hubiera ningún tipo de discurso oficial.
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