LUIS SANCHEZ DE LAMADRID
Desde los máximos de agosto, en los que el petróleo llegó a tocar los 78 dólares, hemos visto cómo se ha acelerado la caída del barril Brent, que ha llegado a tocar los 50 dólares. Esto se traduce en una bajada de más del 35% en menos de seis meses. Si buscamos los motivos de esta caída, se me ocurren tres importantes: primero, un invierno un 10% más cálido de lo normal; segundo, una menor demanda motivada por la desaceleración de la economía mundial (en 2006, el PIB mundial creció un 5,2% y el FMI estima un aumento del 4,5% para 2007); y tercero, una ausencia de riesgos y tensiones geopolíticas. Pero, si queremos ser capaces de analizar en profundidad la evolución del barril durante 2007, no debemos obviar hechos como la pérdida de interés por parte de los inversores financieros, que se subieron al carro de un activo que se popularizó entre 2005 y 2006 y deshicieron parte de sus beneficios en el último trimestre del año pasado. Además, la época de huracanes ha sido benigna y no ha afectado a la recuperación de la capacidad de extracción del Golfo de México, que supone cerca del 30% de la producción en EEUU. Por último, no podemos obviar que se está poniendo en marcha capacidad adicional para hacer frente a posibles aumentos puntuales de la demanda. Ahora bien, en el lado contrario está la OPEP, que intenta mantener el precio por encima de los 60 dólares con medidas como el recorte de 1,2 millones de barriles diarios en noviembre y medio millón adicional. Por todo ello, creemos que el Brent debería mantenerse en el rango de los 50/55 dólares durante 2007.
Luis Sánchez de Lamadrid es consejero delegado de Banca del Gottardo.
|