Esta vez fue el senador pacense Francisco Fuentes, mano derecha de Juan Carlos Rodríguez Ibarra, quien intervino en la reunión del Grupo -presidida ayer por la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega- para pedir al Ejecutivo una respuesta o una reacción seria ante lo que considera una ofensiva del PP, en toda regla, contra la política antiterrorista del Gobierno.

Fuentes indicó, según manifestaron varios diputados a EL MUNDO, que es fácil responder al PP, colocarlo ante sus contradicciones y denunciar la hipocresía y la mala fe con la que está actuando. Sin embargo, en su opinión, el Ejecutivo no lo está haciendo «y eso se está viendo en la calle», llegó a decir.

Pero, además, Francisco Fuentes puso voz a otro clamor interno y soterrado que existe en el partido y en el Grupo Parlamentario: «¿Y los ministros?».

El senador extremeño vino a decir que ya va siendo hora de que se pongan las pilas y, aunque refiriéndose a circunstancias más regionales, indicó que es cada vez más necesario que el equipo de Gobierno dé muestras de que está en la realidad política de este país, que puede trasladar a los ciudadanos la acción del Ejecutivo y que tiene peso político.

La opinión del dirigente guerrista fue secundada por numerosos diputados e, incluso, algunos comentaron a este diario su intención de intervenir para apoyarla en algunos de sus puntos.

Sin embargo, el debate del Grupo Parlamentario quedó cercenado por la falta de tiempo, ya que el pleno del Congreso se inició a las 11.00 horas y sólo dio lugar a siete intervenciones.

Sólo el diputado Juan Antonio Barrio, de la corriente Izquierda Socialista, hizo alguna leve referencia a la necesidad de explicar a la sociedad la postura del Ejecutivo en la lucha contra ETA, ya que él también cree que el debate lo está ganando el PP.

El encuentro empezó con un discurso de la vicepresidenta donde no hubo grandes novedades y, más allá de los ya sabidos anuncios legislativos, se limitó a arremeter contra el PP.

Así, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró que el PP es una derecha cada vez «más extrema», empeñada en fomentar el «desorden» y la «exaltación» entre los ciudadanos.

Para De la Vega, el PP «se aleja del centro y la moderación» y opta por «el desorden frente al orden y la exaltación frente a la razón».

En contraposición a esta actitud, la vicepresidenta defendió la actitud de los socialistas: «No gritamos, no generamos ruido, damos razones; proponemos y buscamos el acuerdo, no nos enquistamos en el no permanente, y pensamos en un futuro mejor para los ciudadanos, no en el poder por el poder».

El discurso, esta vez, decepcionó en las filas socialistas, que esperaban otra cosa, según varios diputados comentaron a este diario.

Y es que con la ruptura del proceso de paz y el Estatuto de Cataluña en el alero, muchos parlamentarios del PSOE deseaban oír otro mensaje desde el Gobierno que les reforzara en la desazón política que empieza a cundir.