El edificio Corea ya es un recuerdo. Esta conocida manzana de viviendas del paseo de la Castellana de Madrid estaba enferma grave. Le afectó la epidemia de aluminosis que se descubrió en los años 90 en España. La aluminosis es un problema que se produjo a causa de un cemento en malas condiciones, lo que producía al cabo de los años que la pasta se disolviera y quedara como si fuera polvo. Las estructuras de hormigón corrían peligro.
Esta situación suponía un grave problema para los edificios e infraestructuras, que tuvieron que poner en marcha costosas operaciones de rehabilitación. En Madrid entre los edificios afectados estaba el estadio Vicente Calderón y el edificio Corea.
La mitad del edificio ha sido arrancado y destruido en las últimas semanas. Ayer, ya era un recuerdo. En pocas jornadas una manzana que acogió cientos de viviendas, restaurantes, una famosa cafetería, gimnasios, tiendas... ha quedado en nada. El Grupo Reyal compró a Restaura cerca del 50% de la manzana que esta sociedad había adquirido a otra empresa y ha iniciado las obras.
Una gran máquina está dejando en escombros el edificio. Los camiones no dejan de recoger carga para dejar el solar listo para construir una gran manzana. Esta zona está en una de los barrios más caros de Madrid.
Restaura, una vez conocido el problema y negociar con los propietarios apostó y compró la manzana por 144 millones de euros. Invirtió 60 millones de euros en la mitad de la manzana que restauró y donde ya viven miles de personas. El resto se lo vendió a Reyal que en las últimas semanas ha comenzado las obras de derribo para posteriormente iniciar la cimentación.
El Grupo Reyal tiene en marcha una inversión de 350 millones de euros para la construcción de un ambicioso complejo que incluye de los número 198 a 208 del Paseo de la Castellana, así como los números 3 y 5 de la calle Carlos Maurrás.
El proyecto, que se conoce como Castellana 200, tendrá un total de 41.757 metros cuadrados, a los que hay que sumar 28.609 metros cuadrados en cuatro plantas de aparcamientos.
Igualmente hay previsto un hotel de cinco estrellas, que aspira a convertirse en uno de los tres más lujosos de la ciudad. Un centro comercial de moda y oficinas completará la media manzana en marcha. Los responsables de la empresa promotora aspiran a tener terminado el edificio en poco más de dos años.
Los propietarios tienen previsto comercializar un total de 196 viviendas (de una, dos y tres habitaciones) con una superficie total de 16.317 metros cuadrados.
El Hotel tiene previstas 145 habitaciones, dos salas de conferencias, un auditorio con capacidad para 250 personas, spa, gimnasio, piscina al aire libre y dos restaurantes. El centro comercial tendrá 6.900 metros cuadrados y contará con un total de 45 tiendas. El edificio de oficinas y un aparcamiento con 850 plazas completarán la nueva infraestructura.
El hotel será gestionado con toda probabilidad por la empresa Rafael Hoteles, que pertenece al mismo grupo empresarial.
Los promotores se han comprometido a hacer la obra con el máximo respeto al medio ambiente. Ayer, mientras se tiraba el edificio se lanzaba agua para evitar que se levantara polvo. Las cientos de toneladas de residuos se van a reutilizar para lograr nuevos materiales de construcción, una práctica cada vez más habitual en este sector. Se envían a la planta de Valdemingómez. También se han utilizado unas cortinas de goma para amortiguar el ruido. Una vez construido reciclarán el agua y aspiran a que el 40% de la energía que consumirá el hotel sea de origen solar.
El presidente del Grupo dijo en la presentación el pasado mes de noviembre que la empresa va a apostar por la patrimonialización de la compañía mediante el desarrollo del inmueble para arrendamiento, «aspecto que pretendemos impulsar una vez nos hayamos unido a Urbis».
El aspecto que ofrecerá el edifico tendrá muy poco que ver con el antiguo Corea. Una gran estructura de cristal se situará en la esquina, mientras que los lados que dan al paseo de la Castellana y Carlos Maurrás tendrán fachadas más clásicas. La empresa quiere ofrecer al mercado un diseño de vanguardia e integrador y recuperar espacios de uso familiar para una zona de lujo.
UNA COLONIA NORTEAMERICANA
El edificio. Fue construido entre los años 1951 y 1954 y contaba con una gran nave interior en la que había situadas diversas actividades, entre ellas un gimnasio con piscina incluida.
El nombre. Proviene de los primeros ciudadanos americanos que vinieron a España después de la Guerra de Corea. Con el paso de los años muchos se trasladaron a una zona situada cerca de La Moraleja, con casas bajas y cerca de la carretera que les llevaba a la base de Torrejón.
Rehabilitación. La mitad de la manzana ha sido ya rehabilitada por Restaura y viven en las viviendas cientos de familias. La empresa invirtió 144 millones de euros en comprar el edificio y 60 más en arreglar las casas.
Más obras. Se calcula que el 17% de los 17.691 edificios de Madrid tiene algún problema arquitectónico o estructural. El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, se comprometió en la campaña electoral a rehabilitar 40.000 viviendas.
