El alcalde inauguró ayer otra de las infraestructuras que harán magia con el agua del río Manzanares, transformando, en un año, el color chocolate de su agua actualmente en un líquido «con calidad de baño», según aseguró ayer el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón. Es decir, que en el caso de que el Ayuntamiento se decidiera a construir una zona de playa y los madrileños se atrevieran a utilizarla, cualquiera podría bañarse en el Manzanares sin riesgo a coger más de una infección.
¿Quién será el encargado del milagro? Seis estanques de tormentas, cubas gigantes en las que se almacenará el agua que baje de la lluvia para mandarla, poco a poco, a las depuradoras y a los colectores para devolverla al río clara como el agua que, aunque parezca una obviedad, en el caso de Madrid no lo es.
Puede que no se crea la promesa del alcalde en lo de la «calidad de baño», pero lo que sí hará el nuevo estanque de tormentas inaugurado ayer en La China es regular el caudal del Manzanares, a esta altura del río, con más de 136.000 metros cúbicos de capacidad e impedir que, en caso de lluvias intensísimas, no acabe nada de basura en el fondo del fluvial.
«Este estanque está conectado con la depuradora de La China, además de otras dos, y con los colectores, por lo que cuando no dan abasto en la depuración, se retiene el agua hasta que pueda salir», explican fuentes de la Concejalía de Medio Ambiente.
Esta infraestructura, que está en funcionamiento desde principios de semana y que cuenta con un presupuesto de 24,3 millones de euros, tiene como misión reducir anualmente en un 35% los vertidos directos por lluvias al río y retener en un 95% los primeros aguaceros que son los más contaminados por el arrastre de partículas que llevan consigo.
El coste ha sido financiado, en un 80% por la Unión Europea, a la que el alcalde agradeció asegurando que los ciudadanos no deben únicamente acordarse de esta instancia cuando tienen algún problema.
Los más grandes de España
La China es el segundo estanque de tormentas que se inaugura esta Legislatura (el primero está situado en el límite con Pozuelo). El plan del Ayuntamiento incluye la construcción de seis estanques, dos de ellos se convertirán en los más grandes de España: el de Butarque y el de Arroyofresno, con 400.000 metros cúbicos cada uno.
Además, otras 21 pequeñas instalaciones, llamadas tributarios, harán de intermediarios entre el agua de la lluvia y su destino final: el caudal, «con el ambicioso objetivo de convertir al Manzanares en un río lleno de vida», según la concejala de Medio Ambiente, Paz González.
El alcalde recordó durante la inauguración que «las políticas municipales sobre el agua no se pueden limitar a racionalizar la oferta y la demanda, también incluyen el saneamiento, un factor medioambiental que afecta directamente a la calidad de vida y a la sostenibilidad urbana».
Aclaró que se han invertido 500 millones de euros en la recuperación del Manzanares y que sus beneficios traspasarán las fronteras de la región, pues «se harán extensivos al río Tajo», según Gallardón.
Por su parte, el concejal socialista responsable de Medio Ambiente, Pedro Santín, aseguró que es «insultante» que «la persona que ha destrozado el ecosistema del Manzanares, se presente ahora como el gran salvador del río», en referencia al alcalde.
«El Plan de Mejora del Río Manzanares no existe, es pura fantasía y los estanques han sido una exigencia de la Confederación Hidrográfica del Tajo para autorizar al equipo de Gobierno a realizar parte de las obras que están afectando al río Manzanares». «No es siquiera una idea del Gobierno actual», afirmó a Europa Press.
LA DEPURACION DEL MANZANARES
Seis estanques. El estanque de tormentas de La China es, ahora mismo, el más grande de España, pero le superarán, dentro de muy poco el que se está construyendo en Butarque y el de Arroyofresno. En total serán seis grandes instalaciones, repartidas por todo el caudal.
270 metros de colectores. Esta cuba de regulación de agua, que será la tercera por su tamaño en la capital, está conectada a tres depuradoras, dispone de una red de 270 metros de colectores, tiene 68 compuertas que dan al río y una capacidad de 136.430 metros cúbicos.