El Calvo, con numerosos antecedentes policiales, se había convertido en una persona ingrata en el pueblo de Villaconejos. Atormentaba a los vecinos, amenazaba a los comerciantes y traficaba con drogas, según los lugareños. Los vecinos soportaron sus fechorías en silencio hasta que un joven se enfrentó a él. La venganza fue inmediata. Acompañado de 15 amigos El Calvo se fue al pueblo en su busca, en la tarde del sábado 30 de diciembre. Acudieron al bar El Cachete donde estaba su agresor. No le encontraron pero destrozaron el local y pegaron al dueño. Esa misma noche el pueblo estalló. Cerca de 200 jóvenes se reunieron en la plaza y fueron a casa de El Calvo para darle un escarmiento. El hombre disparó a la multitud y a los agentes. A las 05.00 horas fue detenido tras entregarse. Al día siguiente 200 vecinos quemaron y destrozaron su casa, incluido dos coches y un quad.

El Calvo fue puesto a disposición judicial el mismo día 1 de enero. El fiscal pidió su ingreso en la cárcel y la juez decretó su prisión provisional comunicada y sin fianza. «Existen indicios», prosigue el auto de la juez, «para entender que Javier Bernuy Pérez podría sustraerse a la acción de la justicia teniendo en cuenta la gravedad de los delitos objeto de estas actuaciones, la existencia de diversos antecedentes penales, así como la situación de alarma social existente en Villaconejos, habiendo sido incendiada su vivienda por vecinos del pueblo aún sin identificar, como represalias por la posible conducta perpetrada por el detenido con anterioridad».

El abogado de El Calvo recurrió el auto de prisión. El pasado martes se celebró la vista del recurso y la sala de la Audiencia Provincial lo estimó. Y lo justifica así: «El examen de las diligencias practicadas pone de manifiesto que los hechos objetos de imputación revisten menor gravedad de la que se vislumbraba en un principio». «Imputándole al recurrente -El Calvo- los daños en el pub Cachete y las lesiones causadas a su dueño, el informe médico refleja que el lesionado precisó únicamente primera asistencia facultativa, constando factura de daños de 5.800 euros. Nos encontramos pues con un delito de daños por el que la Ley prevé una pena de multa y una presunta falta de lesiones. Ilícitos en los que no podría sustentarse una medida cautelar de prisión».

En relación al delito de atentado a los agentes de autoridad el auto señala que El Calvo salió al «exterior de su vivienda con una pistola de perdigones pese a que la Guardia Civil afirmó que efectuó diversos disparos con un arma de fuego contra ellos». Asegura el auto que el único arma incautada ha sido la pistola de perdigones pese a las diligencias practicadas por los investigadores de la Guardia Civil en busca de otras armas, incluida la inspección del pozo de la finca de Bernuy. Asimismo no se aprecia riesgo de fuga si «consideramos que el imputado tiene familia, arraigo en nuestro país y aparece como perjudicado en las diligencias penales que paralelamente se han abierto por el incendio de su vivienda provocado al parecer por vecinos de Villaconejos». Sin embargo, teniendo en cuenta la conflictividad existente en Villaconejos por el grave enfrentamiento entre el imputado y los vecinos procede a imponer a Bernuy la prohibición de acercarse a menos de 500 metros de la localidad por un mes, salvo prórroga.

El Calvo debería haber salido de la cárcel ayer martes, pero seguirá en la misma por la causa que le condenó a 3 años de prisión en marzo de 2005. Por esos hechos Bernuy ingresó en prisión pero fue puesto en libertad condicional por un juez. El fiscal recurrió pero siguió en libertad. Ahora, mientras estaba en la cárcel por los hechos de Villaconejos, el juez ha rectificado y ha dado la razón al fiscal.

Asimismo, la juez de Aranjuez sigue citando a los 30 vecinos que la Guardia Civil ha identificado por quemar presuntamente su casa.