P. V
QUÉ: Estreno de 'Un marido de ida y vuelta'
DONDE: Teatro Reina Victoria (Carrera de San Jerónimo, 24)
TELÉFONO: 91 369 22 88
Hay pocos nombres que estén tan asociados como los de Enrique Jardiel Poncela y Gustavo Pérez Puig. Quien durante 14 años dirigiese el Teatro Español fue, acaso, el último gran amigo del admirable comediógrafo y, sin duda, el responsable principal de la mayoría de los montajes de sus obras que han tenido lugar en las últimas tres décadas. Pero una cosa es ser el promotor de los espectáculos y otra es haberlos dirigido, y Pérez Puig, que tanto sabe y tanto ha escenificado a Jardiel, no es quien más veces se ha encargado de su dirección. Esa persona es la esposa de Pérez Puig, Mara Recatero.
Recatero dirigió hace 21 años Un marido de ida y vuelta en el Teatro Maravillas y era la segunda de las nueve ocasiones en que, hasta la fecha, se ha encargado de montar obras de Jardiel. En aquella ocasión contaba, como siempre, con la producción de su esposo, además de un reparto excepcional encabezado por Jesús Puente y la que era y es su actriz favorita, Amparo Baró. Fue un trabajo que estuvo nueve meses seguidos en Madrid, antes de continuar el éxito en una larga gira.
Ésta es, por tanto, la segunda vez que dirige la obra, y ahora son Andoni Ferreño y Abigail Tomey quienes se ocupan en el Teatro Reina Victoria de unos personajes que cuentan con tan ilustres predecesores. Junto a ellos interviene un reparto de profesionales como Juan Calot, José Lifante, Yolanda Farr, Esperanza Lemos, Carmen Galiana, Antonia Paso y así hasta un total de 15 actores en escena, destacando, además, la escenografía del doblemente oscarizado Gil Parrondo.
«A Gustavo le gusta hacer las cosas así, a lo grande, o no hacerlas», asegura Recatero. «A nosotros nos gusta arriesgar porque luego la gente lo agradece. No es lo mismo hacer una función preciosa de dos personajes, aunque también me gustaría hacerla, que una preciosa de 15 personajes donde se cambian de traje tres y cuatro veces. Eso es todo un espectáculo y por eso la gente siempre viene a ver nuestras funciones».
Un marido de ida y vuelta se representa sin actualizaciones ni más cambios que haber llevado la acción de 1939 a los años 50.
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