El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Abú Mazen, advirtió ayer de que un fracaso en las negociaciones de Arabia Saudí, que inició ayer con la cúpula de Hamas, supondría «el deterioro de la situación interna y el comienzo de la guerra civil», en declaraciones recogidas por el diario libanés Al Akhbar.
Las palabras del líder palestino reflejan la crítica situación que enfrenta la ANP, al borde del colapso ante el cerco financiero establecido por Israel, EEUU y la UE, y la confrontación fratricida que mantienen las huestes de Abú Mazen, líder de Al Fatah, y los islamistas de Hamas.
El alto el fuego que fue acordado en Gaza es tan frágil que a los pocos minutos de que el primer ministro palestino, Ismail Haniya, abandonara la franja, a través del paso fronterizo de Rafa, para asistir al encuentro de Arabia Saudí, grupos rivales se enzarzaron en una enésima refriega a tiros que, esta vez, no dejó herido alguno. «Nadie quiere que la batalla continúe. El único que se beneficia es Israel. Prometemos a nuestro pueblo que haremos todo lo que podamos para lograr ese gobierno [de unidad]», indicó Ismail Haniya.
Gabinete de unidad
Citando fuentes palestinas, el diario Haaretz aseguró que ambas partes han avanzado en gran medida en la conformación de un Gabinete de unidad que estaría liderado por Haniya con un viceprimer ministro que, según esta fuente, sería Salman Fayad, un prestigioso economista que cuenta con un amplio reconocimiento en Europa y EEUU.
Haaretz asegura que Hamas dispondría de nueve ministros en tal gobierno, además de Haniya; Al Fatah contaría con seis y otros siete serían de partidos menores o independientes. El principal escollo entre los dos sectores enfrentados continúa siendo el Ministerio del Interior, del que depende el control de las fuerzas de seguridad.
En el mismo sentido se expresó Kadura Fares, un ex ministro de Al Fatah, el partido de Abú Mazen, que afirmó que «Hamas está dispuesta a firmar un acuerdo y que el nuevo gobierno respetará todos los acuerdos que la Organización para la Liberación de Palestina [OLP] firmó con Israel».
Sin embargo, los líderes de Hamas se mostraron más precavidos. Musa Abú Marzuk, número dos de Jaled Meshal -el máximo jefe islamista en el extranjero-, puntualizó que las «diferencias» para llegar a tal pacto han disminuido, si bien no sabía si será posible «un acuerdo o no». Según Fawzi Barhum, portavoz de los islamistas, «la diferencia es que ahora ambas partes vienen sin condiciones previas y sin límite de tiempo».
Las discusiones deberían durar dos jornadas. Ayer se reunieron con el rey Abdalá en Yeda y hoy conversarán en la Meca. El régimen saudí ha elegido un palacio desde el que se puede ver la Kaaba, el sagrado cubículo.
El rey Abdalá dejó claro que el entorno sagrado en el que se encuentren debería incidir en el resultado de las conversaciones. «Espero que los hermanos palestinos escuchen tus peticiones y que no se marchen de la tierra sagrada sin prometer ante Dios que detendrán la lucha y el baño de sangre», dijo el monarca.
Muchos se preguntan cómo se desarrollará un encuentro en el que deberían sentarse juntos Mahmud Zahar, el ministro de Exteriores palestino, y Mohamed Dahlan, el hombre fuerte de Al Fatah en la franja de Gaza, dos políticos que se han entrecruzado toda suerte de descalificaciones.