ROSA M. TRISTAN
MADRID.-
Los hombres del Neolítico encontraron en lo que hoy es el término municipal de Vicálvaro (Madrid) una auténtica mina para conseguir el sílex con el que fabricaban sus herramientas. Ahora, 7.400 años después, una gran obra de infraestructura -la autovía M-50 de circunvalación- ha sacado a la luz más de 3.800 pozos excavados por aquellos antepasados, que serán investigados dentro del Proyecto Casa Montero por los especialistas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
En las tres campañas de excavación realizadas desde 2003, fecha del hallazgo, los arqueólogos han rescatado más de 1,6 millones de piezas, que ofrecerán muchas pistas sobre la forma de vida de aquellas poblaciones. El trabajo será financiado con 2,8 millones de euros aportados por la empresa Autopista Madrid Sur.
El enclave, que ocupa unas cuatro hectáreas, formará parte del Plan de Yacimientos Visitables en la Comunidad de Madrid, según anunció su consejero de Cultura, Santiago Fisas.
La mina fue detectada en las prospecciones previas a la obra de la M-50, por lo que hubo que desviar la autovía 60 metros de su trazado original. Tanto la empresa constructora como los gobiernos autonómico y central estuvieron de acuerdo en salvar, al menos, el 80% del yacimiento.
Desde entonces, se han encontrado 3.897 pozos y excavado 324. Según la responsable del proyecto, Susana Consuegra, tienen unos 10 metros de profundidad y entre 85 y 150 centímetros de diámetro, por lo que se cree que sólo bajaba un individuo para extraer las vetas de sílex de la arcilla. Ya en el exterior, seleccionaban las mejores calidades para las herramientas. Cada pozo se utilizaba durante ocho días y, antes de ir al siguiente, echaban en el agujero los restos de sílex rechazados y la tierra removida.
Ese material es el que permitirá averiguar la capacidad tecnológica, la transmisión de conocimientos y los vínculos sociales en aquellas sociedades prehistóricas. «Por ejemplo, si había intercambio de herramientas para generar redes entre unas comunidades y otras», mencionaba ayer la investigadora. Todo parece indicar que eran grupos con un alto conocimiento geológico de la zona, pero que no la habitaban. De hecho, no hay restos óseos y muy pocos fragmentos de cerámica.
El consejero de Cultura, que ayer firmó un convenio con el CSIC y la empresa Autopistas Madrid Sur CESA, en el que se recoge el proyecto de investigación del yacimiento, señaló que aún no hay fecha para su apertura al público.
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