LUCAS SAEZ-BRAVO
MADRID.-
El Estudiantes, en uno de sus peores momentos deportivos de los últimos años, retorna a sus orígenes para salir del bache. Mariano de Pablos, un hombre de la casa, se hará cargo, a sus 32 años, del primer equipo colegial, sustituyendo a Pedro Martínez, que acumulaba una penosa racha de 10 derrotas en los últimos 11 encuentros.
Es la vuelta a la filosofía del club del Ramiro de Maeztu la solución que ha encontrado la directiva para reactivar a un grupo totalmente deprimido. Tras la marcha de Pepu Hernández (final de la temporada 2004/2005) se rompió la cadena. Por primera vez, se buscaron entrenadores de fuera y la cosa no ha podido ir peor.
Primero fue Juan Antonio Orenga el que se estrelló. Hace poco más de un año, el ex jugador colegial fue sustituido por otro foráneo, el catalán Pedro Martínez, que tampoco ha conseguido triunfar en el Estudiantes. Tras enderezar el rumbo del equipo la pasada campaña, en la que el equipo se logró colar in extremis en los playoffs por el título (en los que cayó 3-0 en cuartos ante el futuro campeón, el Unicaja), la presente temporada no ha podido ser más accidentada para los madrileños.
Ya la planificación veraniega fue todo un caos. La marcha de varios de los pilares del equipo (Nacho Azofra, Carlos Jiménez, Sergio Rodríguez, Andrés Miso y Antonio Bueno) no se contrarrestó con los fichajes (Marlon Garnett, Sergio Sánchez, Goran Nikolic y Gonzalo Martínez), que no han rendido a la altura de las expectativas. Tampoco la cantera ha dado el paso necesario y esperado. Aún se espera el boom de Carlos Suárez y otros jóvenes como Sanikidze y Caio Torres, que todavía no están preparados para liderar un grupo con exigencias ACB.
Tras la ausencia por segundo año consecutivo de la Copa del Rey y la lamentable racha liguera que ha encendido todas las alarmas (después de caer el pasado sábado en Valladolid, el equipo está a tan sólo dos derrotas de los puestos de descenso), el club ha optado por otorgar las riendas a De Pablos. El nuevo entrenador colegial, será, a sus 32 años, el más joven de la ACB. Ha estado dos temporadas como segundo técnico del primer equipo y toda su vida en la cantera colegial. Su mayor éxito fue la consecución del campeonato de España infantil. Hernán Jasen, capital estudiantil, entonó ayer el mea culpa aunque afirmó que el nuevo técnico «puede sacar esto adelante y vamos a estar con él».
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