Seis años después, vuelta al lugar de la Copa más trascendental. Si entonces maravilló la soltura de Gasol I, ahora marca la angustia repartida democráticamente. Le toca al Unicaja, anfitrión de la cita, un cargo muy mal pagado. Sólo en una de las 22 últimas ocasiones, el equipo local festejó. Además, su inicio apremia. Dentro de su irregularidad, el cuadro de Sergio Scariolo ha permitido intuir un potencial, que apenas se mostró en su rival, el Barcelona. Las palabras del entrenador azulgrana ilustran la situación: «Tenemos que aspirar a jugar mal y ganar. Ahora mismo estamos mejorando, pero todavía necesitamos jugar bien para ganar». El bloque, lastrado por la lesión de Kasun, ofrece altas muestras de incertidumbre, tras nueve derrotas en 20 jornadas de ACB. El eterno vuelva usted mañana de los calendarios ha dado un respiro al técnico, con la credibilidad en mínimos.

El impactante Unicaja-Barça cierra la jornada de hoy, horas después de que el Akasvayu Girona busque su primera victoria en Copa después de cuatro participaciones. Se mide al DKV Joventut, en el choque de tapados, equipos rudos, amplios y con denominación de origen. En Girona manda Pesic, el entrenador que pudo conseguir en la entidad azulgrana la Euroliga que su homólogo del Joventut, Aíto García Reneses, añora. Ambos técnicos han logrado sobrevivir a su época; veteranos en vanguardia.

Pesic, serbio, disciplinado, arisco si toca, ha sabido escapar al exceso de racanería. Aíto crece incluso como sexagenario. Disfruta colaborando a la refundación del un Joventut espectacular, fortalecido por su regreso a los orígenes de la cantera. Probablemente, ningún técnico disfruta tanto de la profesión en estos momentos como el madrileño. Tan sólo se le aproxima quien tomó el puente aéreo en el otro sentido, de Badalona a Madrid, Joan Plaza.

Los 10 técnicos consultados, los ausentes en Málaga, no encuentran un favorito claro para el título. Descartan al Caja San Fernando, el Gran Canaria y el Unicaja, conceden una opción al Akasvayu y dos al resto. Tal vez, la dinámica obligaría a mayor acuerdo de los sabios. Pocas veces tan abierta y pocas veces tan clara estuvo la Copa. Sorprende la reticencia respecto al Real Madrid, a quien apuntan los datos. Líder de la ACB, con sólo dos derrotas y ¡18 victorias! Viene de encadenar cinco triunfos en Liga. ¿Qué más? De los competidores en Málaga, sólo el Akasvayu Girona ha logrado achantar al conjunto blanco, a quien por simple caridad corresponde una mención destacada.

El Madrid, que debuta con el Gran Canaria -ninguna victoria en cinco presencias-, domina por inercia, dispone de un fondo de armario variado y limpio, sorprendentemente. Varda es baja toda la temporada, Mumbrú y Hamilton están descartados para la Copa, y Tomas tiene leves opciones si sus compañeros avanzan. Contra las lesiones, el conjunto ha sabido conservar su estilo y incorporar rápido a los nuevos: Sekulic y Milic, que estuvo también en aquella final de 2001. Joan Plaza cuenta con un columna vertebral inspirada: Raúl López, Bullock y Felipe Reyes, base, alero y pívot.

Pese a la usurpación que en ocasiones hacen los entrenadores de este juego, la Copa se teje y la deciden 27 mundialistas de 12 países (ver gráfico), entre ellos el 66% de los Golden Boys: Rudy Fernández, Marc Gasol, Cabezas, Berni Rodríguez, Jiménez, Navarro -el argumento del Barça-, Felipe Reyes y el lesionado Mumbrú. Mucho talento se hospeda en Málaga, mozos de grata proyección, como San Emeterio, Ricky Rubio, Roberto Guerra, Mario Hernández, Tskitishvili o Splitter. Ya maduritos, Scola o Prigioni, algo solos en un Tau contrariado por dos derrotas consecutivas en Liga. Aunque el club se sabe mover bien en el mercado, no resulta cómodo sustituir a tipos como Planinic o House.

El equipo vitoriano defiende título, carga pesada -nadie repite desde 1988-. La Copa es su torneo; ganó tres de las últimas cinco. Los aficionados a las supersticiones repararán en que siempre triunfo en los años pares.