Con un equipo de 100 personas a su cargo entre ingenieros y pilotos, Alonso vivía ayer una de las jornadas más emocionantes de su vida. Después de varios años de trabajo, el constructor europeo lograba mostrar al mundo el proyecto con el que marcará un antes y un después en la historia de la Aviación. El punto amargo del evento lo pusieron las noticias que llegaban a Toulose desde la Alemania, donde está la sede del consorcio aeronáutico EADS, la matriz de Airbus. El consorcio europeo aplicará un duro plan de ajuste para mantener su competitividad frente a su eterno rival, el gigante estadounidense Boeing.

Pregunta.- ¿Cree que tras la brillante presentación del A380 las compañías aéreas olvidarán la crisis que atravesó Airbus por los retrasos en las entregas del nuevo avión?

Respuesta.-He de decir que los problemas que han afectado al avión han sido industriales, no técnicos, inconveniente al que se exponen todos los fabricantes cuando lanzan un nuevo modelo. Creo que ha quedado demostrado que es un producto excepcional y que las compañías confían en él.

P.-¿Pero Airbus no teme que esos problemas puedan afectar a los pedidos y que, incluso, pueda haber cancelaciones?

R.- Lógicamente habrá que buscar soluciones para que las aerolíneas que han programado sus pedidos, incluyendo en su flota el A380, no se vean perjudicadas. Y también se elevarán los gastos para la empresa por las penalizaciones de los retrasos. Pero aseguro que no habrá cancelaciones. El A-380 ya es un icono de la aviación comercial, lo es y lo será para muchas aerolíneas. Este año, por ejemplo, se han vendido 30 unidades más a Emirates y a Quantas. Sumamos ya 166 unidades vendidas. Una cifra nada desdeñable si tenemos en cuenta que el avión no se ha empezado a explotar comercialmente. Habrá que esperar al próximo mes de octubre, cuando Singapur Airlines haga su primer vuelo comercial transoceánico con su primera aeronave.

P.- ¿Cuáles creen que han sido los motivos para que se demoren las entregas con respecto al plan inicial previsto?

R.- Además de los fallos en la planificación industrial, la flexibilidad que se les ha ofrecido a los clientes para configurar el avión ha sido un inconveniente muy importante. El concepto de la imaginación al poder en el caso de la libertad que se les ha dado a las compañías para diseñar el interior ha complicado mucho la producción. Lo hemos pagado caro.

P.-¿Cuáles son las ventajas competitivas de este aparato frente a otros modelos que existen en el mercado?

R.- A grandes rasgos, su capacidad, su reducido consumo de combustible, el respeto con el medio ambiente y, por supuesto, la comodidad que ofrece al pasajero. Hemos trabajado para que el viajero se encuentre especialmente confortable en un avión de esas dimensiones y que volar se convierta en una experiencia especial.

P.-¿Cree que el superjumbo será operado por alguna compañía española? Iberia sería la empresa que reuniría todos los requisitos para contar con ese modelo.

R.- Eso depende de las necesidades de los clientes y del crecimiento del tráfico aéreo hacia América Latina. De momento, estamos preparando con las autoridades españolas una presentación del avión para la próxima primavera en el aeropuerto de Madrid-Barajas.

P.-Una vez que el A380 ya está en el aire, ¿tiene algún proyecto a la vista?

R.-Previsiblemente, me involucraré en el lanzamiento del nuevo modelo de Airbus, el A-350, que es fundamental para el futuro de la empresa.