A. D. BARRIO / T. CRUZ
MADRID/LAS PALMAS.-
Prosigue la tensa espera. Los más de 200 inmigrantes asiáticos y subsaharianos que navegan en el buque chatarra Marine I continúan aguardando que las autoridades mauritanas les permitan atracar en el puerto de Nuadibú.
El Ministerio de Asuntos Exteriores español continúa negociando sin éxito con las autoridades de este país africano, además de con las de Senegal y Guinea-Conakry. El Gobierno ha ampliado el abanico de interlocutores a organimos internacionales como el Acnur para intentar dar un salida al buque negrero.
La embarcación lleva desde el pasado domingo fondeada a 15 millas de la costa mauritana, tras haber sido remolcada por el buque Luz de Mar de Salvamento Marítimo. La Cruz Roja espera realizar hoy un segundo envío de víveres de primera necesidad que permita sobrevivir a los inmigrantes durante tres días.
El material será trasladado por una gabarra fletada por la Cruz Roja y transportará 3.000 litros de agua, 400 kits higiénicos, 100 kilos de arroz, 60 litros de aceite, 10 kilos de sal y 550 kilos de verdura. La Cruz Roja espera que en este segundo contacto pueda acceder al barco para comprobar el estado de los inmigrantes, lo que no ha podido hacer hasta ahora. Por el momento, la entrega de víveres se ha realizado a través de un cable, sin que haya habido contacto directo con los pasajeros.
Las informaciones oficiales son cada vez más escasas y contradictorias. En un principio se aseguró que el buque hospital Esperanza del Mar partía el lunes para trasladar ayuda humanitaria al barco averiado. Sin embargo, ayer se aseveró que la nave ya había llegado al sur de Mauritania -que es su zona de operaciones- pero que nunca había tenido intención de transportar víveres al Marine I.
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