La presidenta del Partido Popular de Madrid, Esperanza Aguirre, reunió ayer a su Junta Ejecutiva Regional y llamó a la movilización de los populares para que «esta Comunidad, que es la número uno» gane el maillot amarillo» en las elecciones del próximo mes de mayo. Aguirre cree que estos comicios son «absolutamente trascendentales» para «consolidar la posición de la Comunidad de Madrid como región líder en España y situarla a la vanguardia europea».
El encuentro ha sido considerado por los cargos públicos del PP como el disparo de salida electoral para las autonómicas y municipales. La presidenta fue dura con el Gobierno de España y su presidente, José Luis Rodríguez Zapatero. La sala de la segunda planta de la calle Génova estaba abarrotada, lo que obligó a algunos de los asistentes a buscarse una silla de despachos cercanos.
El ambiente de las cerca de dos horas de la reunión fue, según algunos de los asistentes, optimista. «La gente tiene ganas de empezar a trabajar para ganar Madrid y sus municipios», dijo uno de los asistentes. Ignacio González será la persona que se ocupe de la dirección de la campaña electoral, mientras que Antonio Beteta será el responsable de los programas.
La presidenta popular cree que «el PSOE ha decidido claramente hacer de Madrid el objetivo central de su campaña, incluso de su campaña nacional». Esto explicaría, en su opinión, que «en el acto de presentación de los candidatos a las alcaldías de toda España el mismísimo Zapatero dedicara en exclusiva su discurso a Madrid y, más concretamente, a atacar a Telemadrid con acusaciones y descalificaciones en el más puro estilo excluyente y sectario», informa Europa Press.
La dirigente del PP de Madrid sugirió que la huelga general convocada ayer por los sindicatos CCOO y UGT en la administración pública de la Comunidad de Madrid está promovida por el líder de los socialistas en la región, Rafael Simancas, y supone «que la política española dé un salto atrás en la historia de muchísimos años al utilizar a los sindicatos para obtener réditos políticos».
Pidió a sus compañeros que «no entren al trapo» ni «discutan con personajes que sólo se ocupan de descalificar». La presidenta dio algunas recomendaciones, como que los ciudadanos de esta región «necesitan al menos un partido que les ayude a sentirse orgullosos de ser madrileños y españoles» y les pidió que «se hagan notar» hasta mayo, pero sin «entrar al trapo ni discutir con personajes que sólo se ocupan de descalificar y cultivar el sectarismo», según informa la agencia Efe.
La presidenta de la Comunidad y del PP de Madrid se refirió además a algunas cuestiones de actualidad, como «la agresión directa y sin precedentes de Rodríguez Zapatero» a la televisión autonómica Telemadrid o el crimen de Fago, en el que cuestionó «qué habría pasado» si el alcalde asesinado «hubiera sido socialista» y el presunto asesino «del PP».
Recordó asimismo que, en las elecciones de 2003, «nuestros adversarios políticos echaron la culpa» al ex presidente del Gobierno, José María Aznar, del hundimiento del Prestige y «ahora -continuó- hay un petrolero que está esparciendo el contenido de su depósito en las costas de Algeciras y el señor Chaves -presidente andaluz- ni siquiera acepta a los voluntarios» para limpiar los residuos.
Por todo ello, Aguirre apeló a la «absoluta entrega» e «inmediata movilización» de los populares madrileños para ganar en mayo, porque, dijo: «Conocemos Madrid como nadie, lo queremos como nadie y tenemos experiencia» y les recomendó que «se hagan notar» en todos los foros públicos y que sean «los primeros donde haya oportunidad de exponer nuestras ideas».
La presidenta del partido cree que para «meter a la Comunidad de Madrid en el pelotón de cabeza de las regiones europeas», los militantes del PP no deben «caer en provocaciones», sino que han de entregarse «al trabajo limpio y duro» que además, dijo, servirá «para que Rodríguez Zapatero haga las maletas y deje sitio a Mariano Rajoy en la Moncloa».
Tras sus palabras se produjo el turno de preguntas en las que intervinieron algunos de los cargos públicos y militantes asistentes.