La apertura del túnel de la avenida de Portugal estaba prevista para el mes de abril. Sin embargo, hoy se abrirán dos carriles en dirección salida de la capital que aliviarán una de las arterias circulatorias más importantes de Madrid: la carretera de Extremadura.
El sentido entrada a la capital tendrá que esperar unas tres semanas para terminar de rematar algunos trabajos, por lo que está previsto que pueda entrar en funcionamiento a principios de marzo, un mes antes de lo previsto en el plan inicial.
El soterramiento de este tramo de la A-5, concretamente de 1,7 kilómetros de carretera nacional, tendrá cuatro carriles por sentido, de 3,5 metros cada uno. La mitad de estos ocho caminos conectará directamente la avenida de Portugal con la M-30 y la otra, con el túnel que cruza bajo la glorieta de San Vicente y va hasta el mismo centro de la ciudad.
Queda pendiente de su apertura uno de los carriles en dirección salida que comunica con el intercambiador que se está construyendo en la zona y que no se pondrá en marcha hasta que no sea necesario.
Pero el Gobierno de Ruiz-Gallardón espera que esta inauguración alivie, en parte, los grandes atascos que se forman cada tarde en la glorieta de San Vicente y en la avenida de Portugal, en sentido salida.
El objetivo principal de este soterramiento, que se ha incluido dentro de la reforma de la M-30 aunque no forma parte de la circunvalación como tal, es enterrar una de las carreteras con más afluencia de tráfico de Madrid y crear un paso directo, imprescindible para los 45.000 vecinos del barrio de Puerta del Angel, hacia la vecina Casa de Campo, el río Manzanares y los recintos feriales.
Tráfico vecinal
Los únicos vehículos que circularán por la avenida de Portugal, cuando esté terminado el túnel del todo, serán los propios del tráfico local o de los residentes que, según calcula el Ayuntamiento, no sobrepasarán los 3.000 coches al día. Una cantidad que nada tiene que ver con los 126.000 vehículos que ahora, diariamente, transitan por la superficie.
Al mismo tiempo que se están realizando los trabajos de soterramiento, el Consistorio ha puesto en marcha la recuperación de la superficie del subterráneo.
Según el diseño paisajístico del proyecto ganador del concurso Madrid Río, este nuevo bulevar de 1,3 kilómetros de largo recordará las últimas estaciones de destino de la carretera de Extremadura: el valle del Jerte y Portugal.
Cerezos y adoquines
Por eso, se va a crear un gran paseo de cerezos, dentro de una zona nueva de 25.000 metros cuadrados de verde, que se unirá a los beneficios medioambientales de la Casa de Campo. Y se va a colocar un pavimento típico del país vecino, basado en pequeños adoquines irregulares.
Además, este bulevar incluirá también la creación de un carril-bici para que los vecinos puedan utilizar esta zona como paseo pero también para hacer deporte.
Otros que se verán beneficiados por el soterramiento de la carretera serán los 150.000 usuarios que registran los más de 4.200 autobuses públicos que recorren esta vía, sobre todo acortando los tiempos de desplazamiento. Y, en general, los 270.000 vecinos del distrito de Latina.
Los que optan por viajar en su coche privado, el ahorro será económico, ya que el estudio asegura que con este nuevo trazado se consumirán 1,5 millones de litros de combustible menos.
Para los vecinos, según los cálculos que baraja la Concejalía de Urbanismo, el túnel traerá consigo una reducción de la contaminación acústica que sufren en esta avenida, con 3.500 toneladas de gases menos contaminantes.
Sin embargo, los residentes de unos edificios de la avenida ya protestaron ante el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, por la ubicación de la salida del subterráneo y exigían que lo alargara hasta una gasolinera próxima para evitar tragarse, de un golpe, los más de 125.000 coches que circularán por el túnel, desde hoy, cada día.
El presupuesto de este túnel es de 171,2 millones de euros.