«La reunión ha sido muy positiva. Tanto Al Fatah como Hamas están convencidos de que estamos ante un cambio histórico», reconoció Mohamed Nazal, miembro del buró político del Movimiento Islámico. Unas afirmaciones que inciden en las indicaciones sobre un inminente acuerdo sobre un Gobierno de coalición después de que ambas partes aceptaran que el Ministerio del Interior sea ocupado por una figura independiente y no por un dirigente de Hamas, como ocurre en la actualidad.

Además, «ya hay consenso para que [el respetado economista] Salam Fayad sea ministro de Finanzas y [el politólogo independiente] Ziad Abú Amar se ponga al frente de la cartera de Exteriores. Las dos partes están de acuerdo en que Interior sea confiado a un independiente», aseguró Nabil Amar, un asesor del presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

Antes de iniciar el encuentro, Abú Mazen prometió que no abandonaría «el sagrado lugar» hasta que haya un acuerdo. «Le pido a nuestra gente que espere noticias positivas», indicó. La televisión saudí retransmitió imágenes de la reunión en las que se podía escuchar al líder de la ANP decir que el objetivo final «es crear un gobierno de unidad que pueda poner fin al bloqueo. Los últimos días han sido muy negros, una catástrofe que no se debe repetir».

En el mismo sentido se expresaron los dirigentes de Hamas. «Hemos acudido aquí para llegar a un acuerdo y no hay otra opción», dijo Jaled Meshal.

La necesidad de un pacto es perentoria para rebajar la enorme tensión que se mantiene en Gaza, después de que en las últimas horas se registraron incidentes de los que fueron víctimas seguidores de Hamas.

Tensión en Gaza

El martes, un alto cargo del brazo armado de ese grupo islamista fue asesinado por pistoleros del clan Dughmush, una poderosa familia de Gaza que se ha situado como un poder local al margen de los partidos. El entierro del militante concitó a cientos de activistas que exigieron venganza por lo ocurrido.

Según refirió el Centro Palestino para los Derechos Humanos, casi una decena de hombres armados interceptaron el vehículo en el que viajaba el miliciano islamista, le obligaron a salir del mismo y le asesinaron a sangre fría. Otros tres activistas que le acompañaban fueron obligados a colocarse junto a un muro y entonces les dispararon hiriéndoles.

«Esos cobardes saben que no tomaremos represalias para preservar la atmósfera de conciliación nacional», aseguró Salah al Bardawil, un portavoz de Hamas. Durante el día, un portavoz del ministro de Refugiados, Atif Udwan, aseguró que la comitiva de ese funcionario había sido atacada por presuntos miembros de Al Fatah en Yabalia, en el norte de Gaza, en lo que calificó de un intento de asesinato. Otro seguidor del movimiento islamista fue secuestrado en Al Bireh, en Cisjordania ,y hasta la secretaria de Haniya fue atacada en su domicilio, y dos de sus hermanos, raptados. Asociaciones independientes y movimientos como la Iniciativa Nacional Palestina, que dirige Mustafa Barguti, abanderaron pequeñas movilizaciones para presionar a los participantes en la cita de La Meca.

La principal opción de las dos facciones para conformar una alianza es adoptar la iniciativa árabe de 2002, apadrinada precisamente por Arabia Saudí, en la que se ofrecía un tratado de paz global a Israel de todos los países de la región a cambio de que Tel Aviv aceptara la constitución de un Estado palestino en las fronteras de 1967.

Israel nunca ha aceptado tal propuesta y ayer mismo su ministra de Asuntos Exteriores, Tzipi Livni, ya advirtió que incluso si Hamas y Al Fatah pactan una coalición, tal gobierno no gozaría de un trato diferente al actual sino renuncia a la violencia y acepta el derecho de Israel a existir. Su principal aliado, EEUU, también dijo que cualquier gabinete debería incluir en su plataforma política los principios del Cuarteto (EEUU, UE, Rusia y la ONU).