Cuando en julio del año pasado un ciudadano austriaco, propietario de una empresa de internet, denunció a la policía local la aparición en su servidor de ocho vídeos pornográficos colgados sin su consentimiento por piratas informáticos, las autoridades de Viena empezaron inmediatamente sus pesquisas que al final han dado lugar a la desarticulación de una enorme red internacional de pornografía infantil, con 2.361 sospechosos procedentes de 77 países, según afirmó ayer en rueda de prensa el ministro del Interior de Austria, Günther Platter.
La Operación Piojo, una de las mayores en la lucha contra este delito, contó con la ayuda de Interpol, Europol y las autoridades policiales de los países afectados, entre los que también se encuentra España.
El perfil del consumidor de estas páginas, en las que la víctima más joven tiene tan sólo cinco años, es varón, perteneciente a todas las clases sociales y de edades comprendidas entre los 17 y 69 años, con profesiones diversas como funcionarios y trabajadores, aunque también se encuentran entre los internautas, jubilados, escolares y estudiantes.
Los ocho vídeos colgados en el servidor austriaco permitían conectar con un vínculo de una página web rusa que ofrecía la descarga de películas porno que, según la policía de Viena, llegó a registrar 8.000 accesos en un plazo de 24 horas.
De las víctimas que aparecen en los vídeos no se sabe apenas nada, tan sólo que probablemente procedan de Europa del Este y del Sudeste Asiático, lugares donde fueron filmadas las escenas, según afirmó ayer a los medios de comunicación Harald Gremel, responsable del departamento de investigación de pornografía infantil, subordinado al Ministerio del Interior austriaco.
Los agentes policiales austriacos ha confiscado 31 ordenadores personales, siete portátiles, 23 discos duros externos, diferentes sistemas de almacenamiento de datos, más de 1.132 DVD, 1.428 disquetes y 213 videocasetes con un total de ocho terabytes de memoria (lo que equivale a cuatro millones de folios tamaño DIN A4) de material pornográfico infantil.
Las autoridades criminales internacionales coinciden en afirmar que la pornografía infantil que se distribuye en la Red ya mueve el mismo dinero que el que genera el contrabando de drogas y pide a la población que coopere en este sentido denunciando este tipo de contenidos que se ha convertido en uno de los delitos más horrendos.
Otra de las medidas necesarias es aumentar las penas por producir y distribuir contenidos pornográficos, según afirmó ayer el ministro Platter, quien añadió que la página fue cerrada inmediatamente y que su ministerio consiguió la lista de usuarios que habían accedido a ella.
64 sospechosos en España
Entre los 77 paises consumidores del material pornográfico infantil incautado en Austria, Estados Unidos figura a la cabeza con 607 personas involucradas, seguido de Alemania con otras 406 y de Francia con 114. Esta larga lista de naciones también incluye a España con un total de 64 personas presuntamente implicadas en el delito. En Austria, el estado donde se inició la investigación policial, 14 de los 23 sospechosos ya han confesado su culpabilidad. Según un experto policial de Viena, Harald Gremel, las cifras del negocio global de la pornografía infantil a través de internet son difíciles de determinar, pero para dar una idea aproximada de su amplia magnitud dijo que en pruebas simuladas de compra en la Red se halló una página en la que los usuarios pagaban 89 dólares (68,7 euros) por cada acceso, informa la agencia Efe. «En sólo tres días, el sitio de internet había facturado 350.000 dólares (270.166 euros), y hay miles de estos sitios», concluyó Gremel.