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La pálida muerte llama con el mismo pie a las chozas de los pobres que a los palacios de los reyes (Horacio) |
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Impresiones |
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Conmoción y emoción por la muerte de Erika Ortiz |
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El súbito fallecimiento de Erika Ortiz, hermana menor de la Princesa de Asturias, conmocionó ayer a la opinión pública. Los medios de comunicación -especialmente las cadenas de televisión- se volcaron para cubrir este dramático acontecimiento, mientras los partidos pedían respeto a la intimidad de la familia Ortiz Rocasolano. Estamos ante una muerte trágica y prematura, puesto que Erica sólo tenía 31 años. Era una persona sumamente discreta, que trabajaba en una productora y que era muy apreciada por sus compañeros por su carácter sencillo y afable. Había logrado en apariencia reconstruir su vida sentimental y nadie podía presagiar el drama de su muerte. La Policía barajaba ayer la hipótesis del suicidio, un dato que no podemos hurtar a los lectores pero sobre el que tampoco queremos especular. Su fallecimiento ha causado un profundo pesar en la Familia Real y, especialmente, en su hermana Letizia, con la que mantenía un fuerte vínculo emotivo. Letizia siempre había ayudado a su hermana menor, hasta tal punto que le cedió el piso donde ella había vivido. No hay duda de que la desaparición de Erika va a dejar una profunda herida en Letizia, embarazada de seis meses. También los Reyes mostraron su sincero dolor y supieron reaccionar para testimoniar su afecto con la familia Ortiz. Don Juan Carlos anticipó el regreso de su viaje oficial en Alemania y la Reina, que se hallaba en Indonesia, se emocionó al recibir la fatal noticia. También decidió cancelar sus compromisos y volver de inmediato a Madrid para las exequias. Sólo cabe transmitir nuestro más sincero pésame a la familia Ortiz y a los Príncipes de Asturias.
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