Se iba a jubilar en este curso académico. Sus compañeros y discípulos de la Universidad Complutense de Madrid le estaban preparando el homenaje tras una dilatada carrera en el sector financiero y en el docente. Rafael Martínez Cortiña falleció en la noche del pasado martes en la madrileña clínica Moncloa a los 69 años a causa de un paro cardíaco.
Llenos están los claustros de generaciones de compañeros y alumnos de este peculiar catedrático de Estructura Económica que orientaba su enseñanza a los procesos económicos encaminados a la lucha contra la pobreza (ha sido presidente del capítulo español de la Sociedad Internacional para el Desarrollo). Y en el mundo de la banca, a la que dedicó 37 años de su vida, todavía se le recuerda por su participación en la reestructuración y el saneamiento del sector en los años 80, y en la apertura a los capitales internacionales y a los nuevos usos financieros.
Nacido en Lugo, inició en la Complutense sus estudios en 1954. Un año más tarde, becado por la embajada estadounidense, ingresó en la Universidad de Minesota. En 1962 se vinculó al Banco Exterior (entidad entonces pública), finalizó sus estudios con premio extraordinario y más tarde obtuvo el doctorado en Ciencias Económicas y Empresariales. Siempre mantuvo las dos actividades, la bancaria y la docente (también fue profesor de la Escuela Diplomática y del Instituto de Estudios Europeos). En 1970 ganó la oposición para la cátedra de Estructura Económica de la Universidad de Valencia y, dos años más tarde, la de la Complutense de Madrid.
En el Banco Exterior ocupó casi todos los escalafones. Sólo le faltó llegar a presidente y a punto estuvo. Cortiña fue desde director de estudios a director general. En noviembre de 1978, con UCD en el poder, fue nombrado consejero delegado, cargo en el que fue confirmado cuatro años más tarde con el triunfo electoral del PSOE, cuando Paco Fernández Ordóñez fue nombrado nuevo presidente del banco público. Tres años después, tras la salida de Miguel Boyer del Ministerio de Economía y su irrupción en el banco como presidente, Cortiña anunció su intención de dejar el cargo porque tenía una oferta de Alberto Cortina y Alberto Alcocer (los Albertos) para incorporarse a su grupo. Las casualidades de la vida hicieron que Boyer le convenciera para que siguiera en su puesto con la promesa de convertirle en su sucesor, y le nombró vicepresidente de la entidad (también lo fue del Atlántico) y del Banco Simeón (integrado en el Exterior).
En 1989, Boyer fue fichado por los Albertos para pasar a Cartera Central y Cortiña, considerado el alma mater del banco (se encargó del saneamiento del crédito riesgo-país y del cambio de la entidad hacia el modelo de banca comercial y competitiva) presentó la dimisión al nuevo presidente, Francisco Luzón, procedente del Banco Bilbao Vizcaya (BBV) y amigo del nuevo ministro de Economía, Carlos Solchaga. Dos años antes, en octubre de 1987, la Policía había descubierto, gracias a la documentación incautada en Francia a Santiago Arrospide (Santi Potros), las intenciones de ETA de su secuestro de forma inminente.
Después de su salida del Exterior, Cortiña fichó por la banca privada. En 1990 fue nombrado presidente del Banco Natwest y del Banco de Asturias (del que era socio mayoritario el Natwest). Con la compra por parte del Banco Sabadell dejó en 1996 el Banco de Asturias y dos años más tarde pactó su salida del Natwest. Desde entonces se dedicaba en exclusividad a la docencia en la Complutense, en la que en sus primeros tiempos fue discípulo y luego adjunto del economista y escritor José Luis Sampedro. Destacado intelectual y autor de numerosas publicaciones económicas, quienes le conocieron destacan su talante «muy humano, hombre con ideas y convicciones y un ejemplo de tolerancia». Su última presencia pública fue este verano en el acto de presentación de los Cursos de la Complutense en su calidad de director de la Fundación de esta Universidad.
Rafael Martínez Cortiña, banquero y profesor universitario, nació el 11 de abril de 1937 en Lugo y falleció el 5 de febrero de 2007 en Madrid.