El conseller d'Interior, Relacions Institucionals i Participación, Joan Saura, aceptó ayer celebrar, a petición de CiU, un debate parlamentario específico sobre autogobierno, pero aseguró que no hay «ningún motivo» para ello. El líder de la federación nacionalista, Artur Mas, se había quejado de que el tripartito «ha desertado» en la defensa de las competencias de Cataluña y en el desarrollo del Estatut.
Los 46 diputados de CiU son suficientes para forzar un debate específico en el Parlament, aunque quien debe fijar fecha es la Junta de Portavoces, donde los convergentes no tienen mayoría para decidir el calendario.
Mas solicitó la convocatoria para promover una «defensa a fondo» del autogobierno, las competencias y una financiación mayor de Cataluña. El líder de CiU consideró que el tripartito, y en concreto su presidente, José Montilla, están favoreciendo «una involución» de la capacidad de Cataluña de asumir una mayor capacidad de autogobierno.
La propuesta llegó dos días después de que el Tribunal Constitucional votara a favor de la recusación del magistrado Pablo Pérez Tremps.Para Mas, el Pleno extraordinario del Parlament, que habrá de durar «cierta extensión de tiempo», tiene que conseguir una serie de acuerdos que permitan el despliegue del Estatut «de forma lo más ampliamente consensuada posible», informa Efe.
Asimismo, aseguró que si la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) no resulta favorable a dicha norma, «Cataluña no puede quedarse condenada a la renuncia de cualquier futuro colectivo», aunque pidió no especular sobre en qué sentido se pronunciará el alto tribunal cuando deba emitir un veredicto sobre el recurso del PP contra la constitucionalidad del Estatut.
El líder de CiU reconoció que la declaración del TC sobre la constitucionalidad del Estatut «no pinta bien» para Cataluña, pero advirtió: «La misma libertad del TC para dictar sentencia cuando toque la tendrá el pueblo de Cataluña para formular, si la sentencia fuera contraria, una vía que no signifique una renuncia a más autogobierno, más competencias y un sistema de financiación más justo».
Una de esas posibles vías, «pero no la única», apuntó Mas, consistiría en impulsar cambios en la Constitución, lo cual podría hacerse efectivo si «la conclusión que se extrae de todo esto es que la Carta Magna es tan estrecha en este momento que un estatuto, aprobado por las Cortes y con el respaldo de la mayoría de los ciudadanos, no pasa el filtro del propio análisis para su adecuación constitucional».
Los partidos que sostienen el Gobierno catalán reaccionaron acusando a Mas de cargar contra el Ejecutivo en un momento «difícil» para el futuro del Estatut. ERC e ICV criticaron que el líder de CiU aproveche el actual «contexto» para «erosionar» al Govern, y reclamaron a CiU que no pacte con el PP en las próximas municipales.
En un comunicado, el portavoz de ERC en el Parlament, Joan Ridao, recordó que «esta propuesta tiene su origen en el pasado debate de investidura y los grupos de la mayoría no han descartado nunca esta posibilidad» aunque la prioridad es «continuar el despliegue del Estatut a través de las comisiones bilaterales y con la negociación del nuevo modelo de financiación».
Por su parte, el vicepresidente de la Generalitat, Josep Lluís Carod-Rovira pidió a Mas «que se ponga al lado del Govern para defender el Estatut» porque, de esa forma, el texto «tendrá más posibilidades de salir adelante» ante los recursos.
Además, Carod quitó hierro a su afirmación del miércoles de que si el TC modifica el Estatut «la única vía para Cataluña» sería «la soberanista». Ayer dijo que confía en que el alto tribunal valide el texto, y negó que esa sea «la manera» de profundizar en el soberanismo.