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| Ser independiente es cosa de una pequeña minoría, es el privilegio de los fuertes (Friedrich Nietzsche) |
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| IMPRESIONES |
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| En Esquerra siempre hay alguien dispuesto a dar la nota |
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Era evidente que la admisión de la recusación del magistrado del Tribunal Constitucional Pablo Pérez Tremps para pronunciarse sobre el recurso del PP contra el nuevo Estatut iba a provocar toda suerte de reacciones en el escenario político español y, en particular, en el catalán. A pesar de que en lo que llevamos de legislatura el vicepresidente del Govern y presidente de Esquerra Republicana, Josep Lluís Carod-Rovira, parece haber entendido que no puede protagonizar un escándalo cada día si quiere que el Ejecutivo al que pertenece tenga un mínimo de estabilidad, no pudo evitar el martes posicionarse claramente. Para Carod, si el Constitucional modifica aspectos fundamentales del Estatut, Cataluña no cabrá en España. Matizó que realizaba esas declaraciones en nombre propio y las suavizó. Pero Carod no es el único dirigente político de Esquerra dispuesto a romper las más elementales reglas del juego con tal de ganar unos segundos en las televisiones y las radios o unos titulares en los periódicos. El presidente del grupo de Esquerra en el Ayuntamiento de Barcelona y segundo teniente de alcalde, Jordi Portabella, tras observar cómo su socia de tripartito municipal Imma Mayol (ICV-EUiA) ha sacado rendimiento de las críticas recibidas por defender a los okupas o declararse antisistema mientras su pareja, el conseller de Interior, Joan Saura, pedía la legalización de las drogas. Intentó rizar el rizo con la cuestión del Constitucional. Según Portabella, el PP está promoviendo desde la sombra un golpe de Estado en España. Al margen de que la opinión de Portabella no parece contar con demasiados adeptos, Debería explicar qué tiene de golpista hacer uso de los instrumentos del Estado de Derecho.
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