Al otro lado, Andrés Vicente Gómez, el productor, no dejó pasar la oportunidad: pidió «respeto», habló de «injusticia» porque «aún no han visto la película» y zanjó, echándole un poquito de leña al fuego: «Yo soy agnóstico pero, viendo esto, la verdad es que no me extraña que, en otros tiempos, la gente quemara templos». La polémica está, pues, servida -el filme se estrena el 9 de marzo- e incluso Andrés Vicente Gómez se sorprendía de que «han sido ellos los que han empezado, que conste». La Iglesia, por boca de Juan Orellana, director del departamento de Cine de la Conferencia Episcopal, criticó en la mañana de ayer la cinta porque «roza el límite de lo aceptable, cuando recalca el contacto físico entre Cristo y la santa».

Para Orellana, esa aproximación «casi sensual» es falsa. Por ello, cree el episcopado que la cinta «irritará con razón ciertas sensibilidades y a muchos estudiosos de la historia teresiana, por esta visión exclusivamente materialista de la experiencia mística». A pesar de todo, los obispos reconocen que la película «en ningún momento es ofensiva».

La Iglesia entiende el cartel con el que se presenta, en el que aparece la mano llagada de Jesús sobre el hombro desnudo de la santa, como «una simple provocación» que «no representa el tono general» de la cinta. Pero quizá lo que más duele al episcopado es la ocasión perdida: ni Loriga ni Vega «llegan nunca a sintonizar ni a entender» a la santa. La Iglesia incluso hace crítica, señalando que en los momentos de rapto místico se nota que «la actriz no entiende de qué se trata y por qué le pasan esas cosas». Ya puestos, hasta se asegura que la cinta no funcionará en taquilla: los católicos «la rechazarán» y los no católicos «no hallarán suficientes puntos de interés».

Por la tarde, Andrés Vicente Gómez, productor y capo de Lolafilms, se mostró «sorprendido» porque «si por algo se suele caracterizar la Iglesia, es por su discreción» y porque «saben muy bien que no hablar de un tema es la mejor manera de no promocionarlo». Gómez calificó el juicio de «prematuro» e «injusto», y subrayó: «Sólo hemos hecho pases selectivos, y hasta no ver la película completa no deberían hacer ninguna valoración».