AKASVAYU GIRONA 82
DKV JOVENTUT 84
McDonald (13)
Marinovic (14)
Salenga (19)
Fucka (11)
Bagaric (2)
Marc Gasol (7)
San Emeterio (-)
G. Gabriel (4)
Sada (3)
Thornton (9)
Bennett (-)
Rudy (17)
Barton (13)
Gaines (6)
Archibald (17)
Rubio (9)
Sullivan (-)
Laviña (2)
Betts (3)
Paco Vázquez (8)
Huertas (9)
Arbitros: De la Maza, Pérez Pérez y Redondo. Excluidos: Vázquez (m. 42), Gasol (m. 43), Sada (m. 44).
MARTIN CARPENA. LLENO.
MALAGA.- Ir a remolque durante todo un partido sólo da dos opciones: ganar como un héroe o perder como un Don Nadie. El Joventut se dio cuenta ayer de esa máxima y se llevó un partido en el que se puso por primera vez por delante en el minuto 42. Después de todo un choque de soberbia efectividad gerundense y en el que los de Aito echaron de menos una figura en la que confiar a la hora de meter canastas, Marcelinho Huertas salió del banquillo para revolucionar y empatar el choque. Su técnico lo tuvo moviendo la toalla en el banco hasta que restaban cinco minutos para el final, momento en el que el brasileño aportó al equipo lo que necesitaba: un último empujón.
Forzó la prórroga Huertas y en ella se cumplió lo que todo el mundo esperaba, ganó el que siempre había ido a remolque, el que había rehusado tener la responsabilidad, el que había dado la sensación de ser el más débil, el más irregular...
Más allá de ser un derbi catalán, el partido inaugural de la Copa fue un duelo de egos. Pesic contra García Reneses. Entre los dos le dieron al Barcelona 11 Ligas y ayer se miraban las caras de reojo en el banquillo. El balcánico fue el que golpeó primero, pero el madrileño le dejó luego tantos detalles que apuntar a Pesic, que los suyos ganaron sin estar finos. Es uno de los más veteranos en ACB, pero sigue creciendo, ganando y demostrando que en su equipo sí marca la diferencia.
Todo comenzó con las torres del Akasvayu jugando lejos de su aro, mucho peso haciendo de barrera para los jugadores del DKV en la zona gerundense. El triple como única salida era la opción que quería dejar Pesic a su rival. En el primer cuarto, una ventaja de 14-5 puso el pánico en la afición de la Penya. El pundonor de Rudy y la clase de Rubio fueron los dos pilares en los que apoyarse para levantar el partido.
Mentalidad
Los de Badalona no eran capaces de parar a Salenga. Fue otro partido de los que a él le gustan. Con total libertad y con un acierto desmesurado fue la locomotora que le dio vida a los suyos en el primer cuarto. El segundo fue más de lo mismo, el Akasvayu era capaz de poner tierra de por medio con facilidad, pero su rival consiguió reducir la ventaja a una sola canasta.
Aito movió sus fichas, intentó jugar más abierto con sus hombres interiores, se encontró con la muñeca de Barton y consiguió hacerle un poco de mella al Akasvayu en el tercer cuarto. Nada grave. La solvencia de los gerundenses a la hora de anotar fue ayer la misma que demuestra durante el campeonato. El partido seguía dominado, aunque no cerrado, por los de Pesic.
El cuarto final iba a ser una agonía para el DKV. Fue Archibald el hombre encargado de anotar. Se vio anoche una de las mejores versiones del pívot que consiguió mantener a los suyos a flote hasta que llegó el séptimo de caballería desde el banquillo. Marcelinho fue la tercera pata anotadora de los suyos en el último periodo. Archibald, Rudy y él. Juntos le dieron al equipo la garra necesaria como para acorralar a su rival y el brasileño aprovechó un fallo inesperado de los gerundenses para empatar el choque. En la prórroga, con una defensa en zona, la Penya se limitó a ser superior en el aspecto mental y se comió un partido que nunca tuvo ganado. Maravilloso modo de empezar la Copa.