Viernes, 9 de febrero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6263.
ESPAÑA
 
CRISIS ANTITERRORISTA / El SUP pide la dimisión de Fernández de la Vega y de «responsables de Prisiones y de Interior» / La CEP denuncia que la novia del terrorista entra y sale sin control y sin ser cacheada
Los sindicatos de la Policía denuncian el trato de privilegio que recibe De Juana
La CEP dice que su novia le hizo las fotos porque entra y sale cuando quiere y ni siquiera la cachean El SUP, de tendencia progresista, afirma que «los gobernantes parecen vivir una especie de inopia y en un desprecio casi absoluto a las víctimas»
FERNANDO LAZARO

MADRID.- Los sindicatos policiales salieron al paso ayer de las sospechas sobre la actuación de los agentes que se encargan de la custodia del preso de ETA autor de 25 asesinatos, José Ignacio de Juana Chaos. Los sindicatos mayoritarios SUP y CEP denuncian un trato de privilegio por parte del Gobierno hacia el etarra que está en huelga de hambre desde el pasado 7 de noviembre en el hospital 12 de Octubre de Madrid.

Tanto el Sindicato Unificado de la Policía como la Confederación Española de Policía aseguran por escrito que este interno disfruta de un trato de favor. Ambas organizaciones remitieron ayer a los medios detallados informes sobre la situación penitenciaria de De Juana en la que destacan varias irregularidades.

El SUP considera que desde el ámbito penitenciario hay un «régimen de privilegio» para este preso y responsabiliza de ello al Ministerio del Interior. Este sindicato ha elaborado su informe tras el anuncio del Departamento de Rubalcaba de que había encargado una investigación interna a Prisiones para averiguar las circunstancias en que se produjo la entrevista y la foto publicadas en el diario The Times.

Dirigentes del SUP visitaron las instalaciones el pasado miércoles para comprobar las condiciones laborales de los funcionarios policiales.

La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, declaró que tenía que haber «consecuencias» por la citada entrevista periodística. Tanto el SUP como la CEP defienden la actuación de los agentes encargados de la vigilancia del preso. «La vicepresidenta del Gobierno no puede amenazar a nadie con consecuencias que deben comenzar porque ella misma asuma el estado de la situación y dimita, acompañada de todos los responsables de Instituciones Penitenciarias y del Ministerio del Interior que han hecho posible esta situación», reclama el SUP en su escrito.

Según este sindicato, el «régimen de privilegio» en el que pasa De Juana su estancia en el hospital representa, por parte de los «gobernantes», «un desprecio casi absoluto a la sensibilidad de las víctimas, de sus familiares y de los policías que custodian al etarra, compañeros de algunos de los asesinados por el criminal, que contemplan día a día cómo a este asesino se le da un trato notablemente mejor que el que se da a otros presos que lo son por crímenes infinitamente menos graves», añade la nota del sindicato.

Ambos sindicatos denuncian también importantes deficiencias en los sistemas de seguridad de los recintos del hospital 12 de Octubre habilitados para los presos enfermos.

En concreto, el SUP asegura que, a diferencia de otros reclusos enfermos, el etarra está acompañado permanentemente por su novia y que a ésta no se la ha sometido a ningún cacheo en profundidad porque no hay mujeres policía destinadas en el módulo.

«Está acompañado las 24 horas del día por una mujer. Por orden escrita impartida al personal de la custodia, tiene absoluta libertad de movimientos y entra y sale de la habitación, del módulo de seguridad y del propio hospital cada vez que lo desea». Atribuye esta autorización al Ministerio del Interior. «Tal régimen de acompañamiento sólo se ha autorizado a otros presos en caso de enfermedad terminal y por periodos máximos de tres o cuatro días; cuando se preveía que la muerte era inminente». De Juana comenzó la huelga de hambre el 7 de noviembre. Hasta el día 24 de ese mismo mes no fue trasladado al 12 de Octubre. La novia comenzó a disfrutar de este estatus especial el día 25. A día de hoy, no hay ningún informe médico que advierta del riesgo de muerte inminente del etarra.

En cuanto al régimen de visitas de este interno, el principal sindicato de la Policía también denuncia un trato de favor por parte de la Administración. «Contrariamente al régimen de visitas a otros presos, a quienes se les permite ser visitados por un máximo de dos personas a la vez, De Juana ha recibido visitas autorizadas de grupos de tres y de cuatro personas».

Uno de los puntos en los que ambos sindicatos coinciden es en el tratamiento hacia la novia del preso. Ambos denuncian que ésta no es cacheada. El SUP advierte de que los agentes de custodia disponen únicamente de un detector de metales manual, «que ni siquiera permite la graduación del nivel de detección».

La CEP recuerda que la primera vez que la novia acudió al hospital sí fue cacheada, tras solicitar la presencia de una agente de policía femenina. Después, los abogados del etarra presentaron una queja por este registro, pese a que es la obligación de los funcionarios. «Acto seguido, el dispositivo de seguridad policial que efectúa la custodia recibió la llamada telefónica de sus superiores indicándoles 'que no volvieran a practicar un cacheo con desnudo integral a la novia del etarra. A partir de ese momento sólo se le pasaría la raqueta' (detectar manual de seguridad). Orden que quedó reflejada en el libro de incidencias del servicio de custodia hospitalario», indica la nota de la CEP.

Las denuncias realizadas por los sindicatos han provocado un profundo malestar en el seno del Ministerio del Interior, en general, y en la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, en particular.

Además, el SUP denuncia que el módulo penitenciario del 12 de Octubre «no reúne las mínimas condiciones de seguridad». Según el sindicato, «se ubica en un mastodóntico centro sanitario plagado de laberínticos pasillos y visitados por varios miles de personas las 24 horas del día».

Sobre las habitaciones, dice que «tienen idénticas características y equipamientos que las de cualquier otra habitación del centro, excepción hecha de unas rejas colocadas interiormente de forma horizontal que permitirían una fácil fuga y, como se ha demostrado en varias ocasiones, facilitan el suicidio de los custodiados por el sistema del ahorcamiento, mediante el simple corte de una jira de las sábanas».

Las lámparas, los enchufes y demás medios de equipamiento básico de las habitaciones son idénticas a las de cualquier otra habitación, «con el agravante de que en el suelo existen tapajuntas metálicos susceptibles de utilizarse tanto para autolesionarse como para agredir a los funcionarios de la custodia», denuncia el SUP.

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