R. L. C.
BILBAO.-
El colectivo de mujeres Ahotsak asumió ayer algunos de los planteamientos que exigieron las firmantes del PNV y de Ezker Batua tras el atentado de ETA en Barajas, y consensuó un documento en el que se apuesta por «reconstruir» un proceso de paz en el que no haya «víctimas, ni amenazas, ni atentados, ni bombas». Sin embargo, el colectivo incluye como apostilla la ausencia de «vulneración de derechos y libertades», una expresión a la que la izquierda abertzale vincula, entre otras cosas, con su ilegalización.
Según informó ayer Radio Euskadi, el documento no realiza una condena explícita de la violencia de ETA, y apuesta por que el proceso de paz se desarrolle «sin injerencias»; que tenga a la sociedad vasca como «garante», y que permita la defensa de «todos los proyectos políticos».
Esta declaración se alumbra un día antes de la celebración del Pleno del Parlamento, en el que el PP defenderá una iniciativa en la que instará al lehendakari a prescindir de «referencias como la de Ahotsak, que no asumen el mínimo ético de condenar el terrorismo», y casi un mes después de que una parte del colectivo de mujeres se limitase a considerar el atentado de ETA como una consecuencia del conflicto vasco.
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