Viernes, 9 de febrero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6263.
ESPAÑA
 
RELEVO EN EL GOBIERNO / Las reacciones políticas
El PP rechaza al ministro «ultra» de Justicia y le reta a promover la ilegalización del PCTV
Zaplana cree que el nombramiento pretende «amedrentar» a los jueces, al PP y a la sociedad El ex ministro Michavila dice que se ha optado por el «más radical de la extrema izquierda judicial»
CARMEN REMIREZ DE GANUZA

MADRID.- No es que no les haya gustado. Ni siquiera se trata de que les haya escandalizado. En realidad, el nombramiento de Mariano Fernández Bermejo al frente del Ministerio de Justicia ha horrorizado a los populares. Y es que a los hombres de Rajoy ya no les quedan adjetivos para ilustrar la creciente alarma política con que vienen recibiendo las más recientes decisiones del Gobierno Zapatero en relación con la Justicia.

Sin acabar de reponerse de la sorpresa que les supuso la reacción del Ejecutivo y de sus socios a la recusación de Pablo Pérez Tremps -en la dirección del PP dan por hecha la dimisión del magistrado y la decisión de la presidenta del Tribunal Constitucional (TC) de aceptarla: «Sólo están manejando los tiempos», aseguran- los populares recibieron el nombramiento de Bermejo como una «reacción» frente a los últimos reveses judiciales en el proceso de paz y en el Estatut (De Juana, TC...) y como un aviso a navegantes especialmente dirigido al PP.

«Si había que buscar un fiscal para nombrarle ministro de Justicia contra el PP, era éste», declaró en primer lugar el número dos del partido, Angel Acebes, el primero en criticar su «animadversión y sectarismo contra el PP» y en lamentar la «mala noticia» que su nombramiento representa «para la Justicia».

«Olvídense ustedes de unidades», fue el mensaje «dirigido a amedrentar a muchos» que el portavoz del Grupo, Eduardo Zaplana, advirtió en este nombramiento de Zapatero, «porque ponemos a la persona más radical que se puede poner al frente de la Justicia». «No hacían falta estas formas tan evidentes», ironizó, «de demostrar lo que se ha evidenciado en la legislatura: que el PSOE y el Gobierno no quieren la unidad».

Según Zaplana, el nuevo ministro es «una persona que ha ejercido de ultra del Partido Socialista, y lo que menos falta hace en estos momentos en el Gobierno, en la política española y mucho menos al frente de la Justicia, con los tiempos que estamos viviendo, son ultras».

Por su parte, el ex ministro de Justicia del PP y el más conocido antagonista de Bermejo, José María Michavila, no se quedó atrás. Aseguró que Zapatero ha elegido en el hombre que desde la Fiscalía de Madrid se querelló contra él -siendo titular de Justicia-, «al más radical de la extrema izquierda judicial».

En su opinión, este nombramiento «es una reacción furibunda frente a los conflictos que ha creado el Gobierno contra los jueces que quieren defender la unidad de España y luchar contra ETA con la ley, antes que una estrategia premeditada de la que Zapatero carece».

Michavila insistía ayer en este sentido en el precedente de la designación de Miguel Sebastián como candidato socialista a la alcaldía de Madrid, y en el propio anuncio hecho público semanas atrás por Zapatero de que elegiría a una mujer como sucesora de Juan Fernando López Aguilar.

Sea como sea, el portavoz del Grupo Popular descartó cualquier improvisación por parte de Zapatero. Zaplana insistió en que el presidente del Gobierno ha elegido a Bermejo para «amedrentar» y lanzar «un mensaje inequívoco a los jueces, al PP y al conjunto de la sociedad española: 'Cuidado, que voy'».

En esta misma línea abundó Michavila al añadir que el nuevo ministro «no viene a solucionar los problemas de los ciudadanos con la Justicia, sino a enfrentarse a jueces y fiscales». El diputado, no obstante, lanzó a Bermejo en nombre de su partido un reto político de cara al futuro más inmediato. Tras recordar que desde la Fiscalía del Supremo se opuso en su día a promover la ilegalización del PCTV, le emplazó a que la promueva ahora, desde el Gobierno.

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