ANA CONDA
QUÉ: Estreno del espectáculo 'Al natural'
CUANDO: Anoche, en el Teatro Nuevo Alcalá
POR QUÉ: Muchos famosos quisieron apoyar a Farru, el hermano de Farruquito
Mummy no olvida. Ella no. Es visceral a tope y tiene más mala leche que un tártaro. Yo soy más rollo «donde dije digo digo Diego», más tipo «vine como doméstica filipina y terminé alicatando 120 baños con Porcelanosa». Por eso, no es de extrañar que mum me montara un pollo de no te menees cuando me puse mi abrigo de conejo tibetano y le espeté: «Me esperan en el flamenco». Ella que, desde Cantares, no pisa un tablao porque durante el Antiguo Régimen era mucho de folclore, pero hoy es liberal y europeísta, me dijo que nanai, que si quería ver flamenco que me diera una vuelta por La Rosilla, que ella no se gastaba una perra en entradas. Y cuando le dije, encima, que era para ver al Farru (el hermano pequeño de Farruquito, el que podría estar ahora en un correccional si no se hubiera descubierto todo el pastel), a José Maya, y a El Barullo, me montó una que no veas. A ella la fraternidad siempre le ha parecido muy consanguínea, sus cosas, ya ves tú... Total, que la dejé plantada y me piré. Como tanta y tanta gente que olvida. Y descubrí que a mí un estreno con aflamencado me flipa. Cuánto dorado, cuánto perfume, cuánta gomina y cuánta piel. Rosario, por ejemplo, en beige. O El Chaboli, marido de La Niña Pastori, con unos cuellos de astracán azules de puro negros. En cambio, las payas me dieron igual. María Sanjuán -que quién se cree lo de Alejandro Sanz después del nacimiento de Alexandrito- iba en camiseta, Cary Lapique, discreta; Greta, la de Los Garbo, de traca en celeste y gasa y con el pelo sucio. Menos mal que Almudena Fernández, tan neoyorquina, y María Reyes, en piel tricotada roja, elevaron el nivel, porque Blanca Romero me da tanta pereza...
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