Cuando Haya de la Torre fundó el APRA, su partido nacionalista-socialista creó unas SA o fuerzas de choque contra los partidos rivales que fueron conocidos en Perú y los Andes todos como los búfalos. La tarea bufalópea era completar violentamente en la calle las iniciativas políticas legales del APRA, que así aparecía como un búfalo con piel de gacela. Un monstruo, vamos, pero combinar la astucia con la violencia no suele fallar. Pues bien, Correa ya ha sacado a sus búfalos a la calle. A los quince días de llegar al poder ya ha asaltado el Congreso de Ecuador con el propósito de agredir a los representantes del pueblo que todavía se niegan a respaldar su proyecto dictatorial. Los congresistas tuvieron que ser evacuados por la policía, pero cabe suponer que algunos habrán tomado ya la prudente decisión de no oponerse a la estampida de búfalos, toros, bisontes o gorilas colorados. En toda Iberoamérica está en marcha el proceso liberticida que reduce el sistema republicano a la democracia popular de la Europa comunista, un sistema, por cierto, ensayado en la Guerra Civil española con los gobiernos socialistas de Largo Caballero y Negrín. ¿Cómo no va a mostrarse Zapatero comprensivo con los búfalos de Correa, Don Evo, Chávez y demás iberorraptores, si son crías de Negrín y del Iberosaurus Rex que agoniza en La Habana? Comprensivo y hasta envidioso.