Viernes, 9 de febrero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6263.
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 OPINION
Obituario / ANNA NICOLE SMITH
La chica del 'night club' que cazó al millonario
Pleiteó por 1.600 millones de dólares tras enviudar en sólo 12 meses de un marido octogenario
JULIO VALDEON

Anna Nicole Smith, modelo y actriz, ha muerto bajo el signo de Marilyn, el mito que siempre emuló. Una muerte mal aclarada, tras desfallecer en el hotel casino que tiene la tribu semínola en Hollywood (Florida), flamea como epitafio de quien fuera Playmate del año, en 1993. Su fama, empero, provenía de la batalla judicial que entabló con el hijo de su ex marido, el multimillonario J. Howard Marshall II, Pierce Marshall, por una herencia desproporcionada.

Su actual esposo, abogado y portavoz, declaró ayer sentirse «tan sorprendido como ustedes». La muerte de Smith ha coincidido con su regreso a los tribunales, esta vez para defenderse de una denuncia por paternidad interpuesta por un antiguo novio, Larry Birkhead, que afirmaba ser padre de su hija, nacida el pasado año en Nassau (Bahamas). Pocos días después de haber dado a luz a la niña hoy disputada, Smith perdió a su primer hijo, Daniel, de 21 años, a consecuencia de una sobredosis de metadona y fármacos contra la depresión.

Nacida en Mexia, Texas, como Vickie Lynn Hogan, el 28 de noviembre de 1967, jamás conoció a su padre. Criada por su madre y su tía, abandonó los estudios a los 17 años para casarse con un cocinero, con el que tendría su hijo. En el 85 se separó de su marido y viajó junto a su hijo a Houston, donde trabajó en distintos night clubs. Armada con un físico biónico, bailó desnuda en los bares de la ciudad texana. Aunque soñaba con ser actriz, el único talento que parecían reconocerle sus clientes era el de su exuberante cuerpo, que ondulaba al runrún de los dólares.

Una madrugada de finales de los 80 llegó al club un cliente especial, J. Howard Marshall II, multimillonario texano del petróleo 63 años mayor que ella. Embelesado con la vertiginosa rubia, Howard le hizo regalos que en el momento de su muerte fueron tasados en seis millones de dólares. Con una de sus primeras dádivas, Smith se operó el pecho, que desde entonces resplandeció con la abundancia recordada en multitud de posados. La prensa texana publicitó su romance. Acapararon titulares y terminaron ante el altar. La popularidad le abrió a Smith las puertas de Playboy. También firmaría un contrato para una campaña con la firma de relojes Guess en sustitución de la mismísima Claudia Schiffer.

En 1994, apenas un año después de su boda, y con sólo 89, Howard fallecía sin mencionar a Smith en su testamento. Ella juró que el difunto le había prometido la mitad de su fortuna. Pleiteó en los tribunales con el hijo de Howard, Pierce Marshall, que hizo del caso un asunto de honor. Cualquier cosa antes de que la chica que rezaba a la Monroe mordiera el patrimonio familiar. Su disputa desembocó en el Supremo, que concedió la razón a Smith. Resultó extraño que el Alto Tribunal terciase, pues estaba en juego el modelo federalista (el Supremo de Texas había fallado en contra de la conejita). La partida judicial, aún no acabada, dio pie a una Anna Nicole triunfante, con derecho a compartir una herencia de 1.600 millones de dólares y henchida por el viento dulce del oro. Además, durante el proceso, su hijastro y oponente, Pierce, falleció tras una infección.

Si bien el romance de Smith y Howard había proporcionado carnaza a quienes medran ladrando sobre la intimidad ajena, nadie objetará que la belleza tiene precio. Rematar la vida con un carnaval de sexo, saliva y rímel bien merece pagarse.

Entre la muerte del marido y las batallas legales, Smith protagonizó alguna película porno, sufrió bulimia, coqueteó con la coca y relanzó su moribunda estrella con un reality show protagonizado por ella, su hijo, su abogado y su perro. El Washington Times calificó el espectáculo de «vomitivo» (en un capítulo coloca llorosa la mitad que le correspondía de las cenizas de Howard en su cama). Con la sentencia a su favor y el nacimiento de su hija parecía que abadonaba su condición de conejita menguante, pero la muerte de su hijo Daniel lacró su destino. Cuando los bomberos forzaron la puerta del hotel donde agonizaba ya era tarde. Aunque el maridaje con Marylin tenía algo de lugar sobado, su muerte la incardina con fuerza en el imaginario B de los EEUU, ese paraíso inverso donde beben martinis los fantasmas de Ed Wood, John Holmes, Bettie Page y, desde ayer, Anna Nicole Smith.

Anna Nicole Smith, ex chica 'Playboy', nació en Mexia (Texas, EEUU) el 28 de noviembre de 1967 y murió ayer en un hospital de Hollywood (Florida).

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