La referencia, escondida en la carta semanal del líder de Unió, es sutil, pero su destinatario está claro. Hablando acerca de las consecuencias que tendría que el TC no validara el Estatut, Duran afirma: «Todo el mundo sabe que la reforma constitucional, para aprobarse en las Cortes, necesita el apoyo del PSOE y del PP». El argumento, que también podría interpretarse dentro del acercamiento al PP que viene propugnando Duran, le sirve para pedir «serenidad» a toda la clase política catalana. «No hemos de precipitarnos en las declaraciones, y todos tenemos que intentar recuperar el sentido común, que mucha falta nos hace», añade.

El secretario general de CiU también acusó ayer al Partido Popular de «cargarse la credibilidad del Constitucional» por haber llevado «su oposición» al Estatut hasta el alto tribunal, lo que ha provocado que «se haya desnudado públicamente» a la que «hasta ahora, era la única institución por encima de la confrontación partidaria».

En opinión de Duran, la «politización de la justicia» en España, que se ha hecho evidente tras la recusación de Pablo Pérez Tremps, «es letal para un Estado de derecho». También tildó de «desastre, vergüenza y espectáculo» que la constitucionalidad del Estatut dependa «de si hay un magistrado más o menos influenciable por el PSOE o el PP».

Mas no es el único líder político catalán contra el que carga Duran. Su blanco preferido, Josep Lluís Carod-Rovira, también se ha llevado su porción de críticas. Para el líder de Unió, las declaraciones del presidente de ERC en cuanto a que si el Constitucional modifica el Estatut «la única vía sería la soberanista» no son más que «un engaño». «¿Pero es que ERC votó a favor del Estatut? No sólo no optaron por la independencia de Cataluña, sino que lo hicieron por la dependencia política de los socialistas», afirmó Duran, que también echó en cara a Carod que el tripartito no recurra la Ley de Dependencia «pese a que el Consell Consultiu dice que es claramente antiestatutaria».

El líder de Esquerra, sin embargo, tampoco está contento con la actitud que está manteniendo CiU con respecto a la recusación de Pérez Tremps y su repercusión sobre la decisión que tome el Constitucional acerca del Estatut. Carod comparó ayer la actitud de la federación nacionalista en este asunto con la que el Partido Popular mantiene con el terrorismo, porque, en su opinión, tanto unos como otros sólo tratan de erosionar a los gobiernos, catalán en un caso y español en el otro.

El vicepresidente catalán reclamó a CiU, «un partido que se dice nacionalista», que «haga piña con la Generalitat para defender el Estatut hasta el final».

En declaraciones a Catalunya Ràdio, Carod insistió en que CiU «no está actuando al nivel patriótico que debería» y señaló que del mismo modo que en materia terrorista el PP «debe estar al lado del Gobierno», en Cataluña «gobierno y oposición deben actuar políticamente unidos para defender el Estatut». El vicepresidente de la Generalitat se refería así a la próxima celebración, a petición de CiU, de un Pleno en el Parlament dedicado al autogobierno, y a sus críticas al tripartito por haber «desertado» a la hora de desarrollar el Estatut.

Carod también alertó de que si el Estatut rebajado no cabe en la Constitución, se tendrá que reformar la Carta Magna, y «si se cierran todas las puertas» insistió en la idea de su conferencia del miércoles sobre que «sólo quedará una abierta», en referencia a la vía soberanista.